¿Qué era todo eso? Había llegado a casa siendo recibido por un olor exquisito con las luces apagadas, el pasillo iluminado con velas y pétalos de flores blancas esparcido por toda su extensión creando un camino a la mesa del comedor. Un florero adornando el centro con bella rosas azules, blancas y rojas, sin olvidar la apetecible comida, de seguro hecha por Sasuke, la cual Kura disfrutaba gustosa.
- ¡Hey! ¡Deja de hacer eso! - ahuyenta a la gata, quien con ojos afilados le regalo un zarpazo a su mano antes de huir - ¡Auch!... Estúpida gata, siempre con lo mismo.
Se queja sobando la mano rasguñada. Esa gata mal agradecida. No entendería nunca ese odio incondicional hacia él. ¡Si no fuera por el de seguro se hubiera muerto de inanición! Le debía la vida, carajo.
- Que desperdició, de seguro estaba delicioso.
Miro su alrededor aún preguntándose qué podía ser todo aquello. Llamó a Sasuke pero silencio fue lo único que escuchó. No era para menos siendo las cuatro de la madrugada. Pero el rubio estaba... Algo mareado.
Las velas continuaban al siguiente pasillo, volviendo a recrear un pasaje, está vez al baño principal. El ambiente era increíble. Luz tenue, aroma a caramelo, la tina llena de pétalos... Un charco al lado de ésta le advirtió que había estado llena de espuma. El gel se derramaba por los bordes de la bañera.
- Otro desperdicio - volvió a lamentarse - ¿Sasuke?
Silencio.
Sintiéndose desconcertado con una sensación desagradable en su interior que no comprendía con exactitud, se ánimo a buscarlo en la habitación con la esperanza de encontrarle allí. Sasuke podía ser una persona callada, tranquila, que sólo respondía con monosílabos, pero esta situación era extraña y absurda.
Demasiado silencio jamás conlleva algo bueno. Era su más fiel creencia.
Entró preguntándose si en su despensa pudieron estar tantas velas. Aunque debe admitir que el escenario que le brindan era romántico y acogedor. Música instrumental sonaba desde la computadora realzando el ambiente mágico. Naruto se sentía mareado, aún más por ese delicioso aroma chocolate con frutas y si a eso le agregamos el dulce olor natural que desprendía Sasuke (sin ser realmente consiente), Naruto podría afirmas sin duda alguna que era el mayor afrodisíaco de la vida.
El rubio se convirtió en piedra al posar sus ojos en lo que buscaba con ímpetu. Un vuelco acelero su corazón, su estómago se debatía entre la opresión por la culpa y la sensación de mariposa revoloteando. Contradictorio. Terrible sensación.
- Sa...Sa... - atónito, quedo atónito. El insensato menor se quedo dormido vestido con un traje sexy de sirvienta... ¡¿Sirvienta?! - ¿Sa-Sasuke? - Jadeo su nombre desconcertado.
No se despertaba, el menor estaba profundamente dormido, dándole la espalda boca abajo, con la falda del traje mostrando más de lo debido. Realmente una pose extremadamente sexy.
Rayos, esto era surrealista. Debe ser una broma procreada por su atolondrada cabeza. Se tomaría unas merecidas vacaciones del trabajo si lo que veían sus ojos no era mera falsedad.
Se acercó sintiendo todo su cuerpo temblar con sus manos sudorosas. Los nervios, la ansiedad y el deseo lo tenían al borde del abismo.
Eso no estaba pasando, no después de que él estuvo hace unas horas con... unas horas con... Maldición.
- Oh, Sasuke - expreso lánguido, acariciando torpemente las hebras negras del azabache durmiente - soy un idiota - inclino su cabeza posando su mano libre en sus ojos, recriminándose e insultándose una y otra vez.
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Watashi No Shiisai Usagi
FanficNaruto Uzumaki un hombre empresario de 22 años, llega de su trabajo agotado por una larga jornada laboral. Con parsimonia se dirige a su cocina a prepararse una manzanilla que lo ayude a dormir mejor en esa noche, pero un extraño ruido capta su aten...