1. Pobre ilusa

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A veces siento que no estoy aquí, que estoy flotando...

A veces siento que no me gustaría sentir, a veces siento que no me gustaría doler, a veces siento que no me gustaría latir....

"—¡Maldito seas Davin! Te odio a ti y tu estúpida forma de alejarte de mi." —Pensé.

Me dediqué a rayar la última hoja de mi cuaderno sin prestar atención al resto de mis compañeros, de nueva cuenta, hacer círculos se ha tornado una nueva forma de liberar mi estrés sin tener que llorar.

"Y vaya que me ha costado mucho no tener que llorar".

Comencemos por explicar el porqué de mi irritante comportamiento:

OCHO MESES ATRÁS.
Narra: Nazli

Sabía que seríamos un completo desastre.

Sabíamos que seríamos una mezcla imperfecta de todo lo que solíamos odiar. Pero decidimos hacer una excepción... Y para ser sincera, las excepciones no son más que decepciones disfrazadas de ilusiones. Pero tú y yo queríamos ponerle un disfraz a nuestra imperfecta excepción.

Sabía que era un error enamorarme y aún así no pude evitar enamorarme de ti.

Solía hablar de el como si fuese lo más perfecto del universo, escribir las notas del periódico de la escuela lo hacían engrandecerse por la cantidad de reconocimiento y popularidad que le daba después de cada uno de sus partidos.

"Davin Olsenwood, el defensa y líder del equipo de los Alces, logró posicionarse como el mejor jugador de la liga local"

"El guapo líder de los Alces no necesita el resto del equipo para sacar la casta"

"Davin ha demostrado ser el chico ideal, además de guapo y alto, posee unas habilidades grandiosas de coqueteo"


Yo sola terminé cavando mi propia tumba cuando terminé de cubrir uno de los partidos de la temporada de fútbol. El estruendo del silbato resonó por toda la cancha, de nueva cuenta, los Alces, el equipo de la universidad había ganado un partido más.

Bajé de la grada en la que estaba sentada y me lancé hasta la multitud con el único objetivo de conseguir una fotografía más clara de Davin, quién se encontraba rodeado de un montón de personas, entre ellos los coaches del equipo, jugadores, animadoras y uno que otro reportero de los diarios locales.

Me adentré en la multitud y tomé un par de fotos a Davin, aprovechando que se encontraba distraído y que lucía irresistiblemente caliente en ese uniforme sudado y bien ceñido a su cuerpo.

Su vista se enfocó en uno de los reporteros que lo estaban entrevistando y en una de las cámaras, muy cerca de mi dirección.

—¡Escuchen por favor! Les pedimos amigos de la prensa, que por favor no tomen imágenes y vídeos, solo por tres minutos para que nuestro capitán pueda concluir con las entrevistas, o de lo contrario nos veremos obligados a terminar con ésto. —Pidió amablemente el entrenador. —Muchas gracias, prosigamos.

Uno de mis compañeros le hizo una pregunta a Davin, rápidamente ajusté la calidad de imagen de mi cámara, pero, para mi mala suerte, de configuró en automático el flash y el ruido del flash resonó en toda la multitud, perdí el equilibrio, caí de rodillas y todos me dedicaron una mirada fulminante.

¡Maldita mala suerte la mía!

No pude evitar enrojecerme y en automático, la conferencia con el equipo se dio por terminada. Gracias a mi.

—¡Eres una genio, Nazli Hendell! ¡Gracias por arruinar todo! —Exclamó con furia Garret, compañero del periódico escolar.

Me quedé en silencio en el piso, viendo como todos se alejaban, pateando uno a uno mi cámara y sin permitirme avanzar.

Pero de repente... Alguien se puso de rodillas frente a mi, levantó mi cámara y me tendió su mano para levantarme.

—Supongo que tengo que agradecerte por terminar mi entrevista, Hendell. —Cuestionó con su hermosa y ronca voz masculina.

—Davin... —Me limité a decir.

Tomé su mano y me ayudó a levantarme ¡Dios mio! Sentí que fui levantada por un ángel.

—Si bueno... Aún me llamo así. —Rió. —¿Te encuentras bien? —Hizo contacto visual conmigo y me soltó una media sonrisa.

—¡Sí! Estoy bien... Perfecta... Gracias por preguntar  ¿Y tú?...

Soltó otra risita ronca y mi corazón dio un brinco.

—No podía estar mejor. —Exclamó. Acabo de ganar un partido pero perdí una entrevista muy importante por culpa de una admiradora. —Rió nuevamente.

—Cuanto lo siento de verdad. Se que nada de lo que diga podrá compensarlo, pero si...

—Nada de eso ¿Que te parece si voy a tomar una ducha y vamos por un café? —Interrumpió.

—Pero yo...

—Vamos Nazli ¿Me vas a rechazar a mi, que soy el muso de la grandiosa "Gretchen" ?

Abrí mucho los ojos y no pude evitar cubrir mi rostro con mis manos.

—No te juzgo, es decir. Mírame. —Dijo dándose aires de grandeza, también hubiese caído de amor por mi con todo lo que escribes sobre mi.

—¡Ay por favor! —Lo aparté empujando su musculoso pecho y rápidamente se puso frente a mi.

—¿Entonces? ¿Aceptas ese café?

Nazli sin duda hubiese dudado y meditado la situación, salir por un café con un guapísimo del equipo ¿Con que fin?

Pero ésta vez, Gretchen la escritora ganó y respondió por mi antes de que yo pudiese hacerlo.

—Acepto. 

Renuncio al amor© ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora