Renuncio al amor© ✅

19. Favor con favor se paga

DOS MESES ATRÁS...

-"Lo siento Nazli. Debo irme. Recuerda lo que te dije, te prometo que todo será diferente".

-"Mas te vale que no vuelvas hablar con él ¿Te quedó claro, Nazli?"

-¡Pobre ilusa!

-¡NO! -Exclamé sobresaltada.

Me desperté de golpe y jadeando a causa de las voces de Davin y el chico del juego.
Me incorporé en la cama y justo cuando iba a tomar el reloj para ver la hora, mi despertador sonó.

Me limpié el sudor de la frente y cepillé mi cabello. Medié el agua para bañarme y traté de asimilar mis sueños.

"Usualmente sueño con unicornios y colores, esta ocasión es completamente lo opuesto a eso"

Dejé caer las primeras gotas en mi rostro y cerré los ojos. Traté de calmarme, de pensar que quizá todo lo sucedido fue un error. Pero algo me dice que lo que pasó tendrá consecuencias. Y muy malas.

Me mantuve con los ojos cerrados un buen rato pero las voces no dejaron de rondar por mi mente una y otra vez. tenía dudas, tenía preguntas y la principal pregunta que tenía en mi mente es:

"¿Por qué rayos estoy involucrada en la rivalidad de Davin y Bolton?

¿Dalton?

Ya recuerdo. Se llama Colton.

Abrí mis ojos porque no soporté las voces y los rostros de ambos chicos en mi mente.

Salí de ducharme, me vestí lo más cómoda posible (atuendo deportivo holgado), cepillé mi cabello y até mis tenis.

Me vi una última vez más al espejo y salí de mi habitación.

Mis padres me prepararon el almuerzo, los abracé a ambos, me despedí y salí de casa.

-No olvides la sombrilla, Nazli. -Me recordó mi madre.

El frío y la niebla arrasadora quemaron mis mejillas, no pude evitar temblar y maldije mentalmente el frío.

Abrí la sombrilla y caminé a la parada de autobús, me senté en uno de los asientos del frente. Me dediqué a ver por la ventana los autos, las personas, hasta que el timbre de mi teléfono me sacó de mi trance.

Era Davin.

Me envió un mensaje disculpándose por su actitud del otro día y me pidió que habláramos antes de clase.

No abrí el mensaje, únicamente lo vi desde las notificaciones y bloquee mi celular.

Finalmente el autobús concluyó su ruta en la universidad, bajé y abrí rápidamente el paragüas para no mojarme.

Corrí hasta la entrada de la universidad y llegué a mi edificio. Me aproximé a mi casillero para sacar el libro de literatura e ir a clase. Deje el paraguas en una bolsa plástica en mi casillero, lo cerré y salí disparada al salón.

Corrí como nunca y me cansé como siempre. Mis piernas flanquearon por el exceso de esfuerzo que hice para correr y decidí caminar.

De repente, sentí que me jalaron para entrar a uno de los salones y por impulso solté un grito. Era Davin. Cerró la puerta y quedó frente a mí.

Me quedé en shock, tenía tiempo sin hablar con él, sin verlo. Parecía que ya no éramos novios y la situación de hace unos días me hizo pensar que quizá él ya estaba enfadado de mí.

-¿Podemos hablar? -Susurró con su bella voz ronca.

"Mierda, cómo extrañaba escucharlo así"