23. Embustero

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—Pero... ¿Qué dices? —Cuestioné confundida.

—Nunca te quise, Nazli ¿Recuerdas cuando te dije que haría que te volvieras loca de amor por mi? Lo logré, hice que cayeras a mis pies. Eso era lo que quería.

“—Debo estar soñando, debo estar soñando". —Pensé.

Me quedé en shock, confundida, aturdida y sorprendida. Éste definitivamente no es Davin, quise suponer que se trataría de una de sus bromas. Que en cuestión de segundos cambiaría su actitud y me diría que estaba bromeando. Pero no, está hablando en serio.

Tragué el nudo que se formó en mi garganta y carraspee para poder hablar.

—No... No, tu y yo nos...

—No te amo, Nazli. —Interrumpió. —Esa es la verdad. Cuando tú me decías que me amabas y yo jamás te respondía es porque de verdad no sentía que te amaba. El sentimiento no era mutuo.

—No. —Espeté. — Aquí hay algo más. Algo que no me has dicho aún ¿Qué es? ¡Dímelo! Tengo derecho a saberlo, no seas cobarde.

—No quería hacer ésto. Pero lo haré solo para demostrarte que no soy un cobarde. —Caminó hasta quedar a milímetros de mi cara y me observó con una mirada amenazante. — No te amo, Nazli. Todo esto fue para ponerte a prueba, para que te enamoraras de mi. Nunca quise estar contigo. Yo tengo novia y no eres tú, es Delilah. Es mi pareja desde hace varios años, vivo con ella y fue un error fijarme en ti. —Respondió con sorna.

Cómo un flash vino a mi mente la conversación que tuve en casa de la chica:

"Siempre viene aquí ".

—"Somos muy cercanos"

"Digamos que, estamos juntos en ésto".

"Es mi familiar".

Ahora todo tiene sentido, porqué quiso que lo llevara ahí, la ropa en su apartamento, la confianza de Davin hacia ella. Porqué le preocupaba que ella me hubiese dicho algo.

—¡¿Por qué rayos me metiste de esa manera?! —Me alejé de él y lo observé con repulsión.  —¡¿Que rayos querías lograr fingiendo que me querías?! ¿Que me enamorara? ¿Que cayera como una tonta de amor por ti? —Cuestioné con la poca cordura que me quedaba. 

Se quedó en silencio y se recargó en la pared viéndome seriamente.

—¡CONTÉSTAME, MALDITA SEA! —Grité con furia.

—Intenté quererte, intenté amarte porque creí que eras otra buena opción para mí. Pero me di cuenta que no lo eras. —Respondió secamente.

Me acerqué a el y le di una bofetada. Él no se inmutó hacer nada, solo tocó su mejilla y cerró los ojos después del impacto de mi golpe.

—¡¿OTRA BUENA OPCIÓN?! —Repetí las últimas palabras que mencionó un par de veces y tapé mi rostro con mis manos.  —¿¡ACASO SOY UN JUGUETE SIN SENTIMIENTOS?! —Sollocé.

Davin se recargo en la pared de los vestidores y se cruzó de brazos.

-—Tú no me querías, nunca me quisiste. Te burlaste de mí. Solo querías que fuera una más de tu club de fans.

—Yo nunca te prometí nada, Nazli. No te equivoques. —Agregó.

—Pero diste tu palabra y eso, es lo más que se le acerca a prometer algo. Yo realmente te amo, quería ayudarte, a que salieras de las drogas, que pudieras vivir tranquilo. —Le reclamé con lágrimas en los ojos. —¡TODO LO HICE POR TI, PORQUE TE AMO!  ¡QUE TONTA FUI! ¡ERES UN EMBUSTERO, DAVIN! —Espeté con toda la irá fluyendo en mi.

Renuncio al amor© ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora