. ❝ Estamos al borde de la cornisa
casi a punto de caer ❞
¿El mejor jugador del mundo se
está chamuyando a la protegida
del mundo de Hollywood? ¡Vaya
...
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CAPITULO OCHO ❝ ANDATE ❞
LIONEL MESSI january 16th, 2022
Que glorioso se sentía el despertar y ver una cara tan hermosa muy temprano por la mañana. Era como ver a un ángel dormir plácidamente entre las nubes del cielo.
O eso era lo que pensaba Leo mientras miraba a Rory dormir junto a él.
No había sido muy difícil terminar en esa situación. Al terminar el partido fueron a cenar y como lo prometido es deuda, Rory y Milo fueron a dormir a la casa de Lionel. Ella en un principio se negó a robarle espacio en su cama, excusándose de que ya le había prestado ropa; pero luego de una discusión entre risas, Rory finalmente accedió a robarle su cama.
—Un foto dura más. —Murmuró la actriz aún con los ojos cerrados.
—Me agarraste justo porque te estaba por sacar una. —Respondió divertido mientras veía como ella se refregaba los ojos, Rory intentó levantarse pero Leo evitó eso poniendo su mano sobre la de ella. —Son las ocho, es temprano todavía.
Aurora se dejó caer sobre la almohada de nuevo. —Ay que bueno, tenía miedo de haberme quedado dormida. —Un bostezo salió de su boca e irónicamente se lo contagió a Leo. —¿Los chicos no se levantaron todavía?
El futbolista soltó una risita. —Hace media hora están haciendo ruido, pero parece que no se mandaron ninguna así que no quise molestarlos. —Ella comenzó a reír pero Leo notó que se cubrió la cara con las manos —¿Por qué te tapas la cara? Si tu risa es hermosa.
—Es que nunca pensé que se me daría estar con una persona como vos. —Dijo de forma sincera mientras se sentaba en la cama, ambos sonrieron y cuando estaban apunto de darse un beso se escucharon tres suaves golpes en la puerta.
—¿Estarán despiertos? —Se escuchó la voz de Milo.
—Si, los escuché reírse... —Respondió Mateo. —¡Papá, Mamá de Milo, tenemos hambre! —Gritó detrás de la puerta.
Se escuchó fuerte y claro como Mateo recibió un golpe en el estómago por parte de su hermano mayor, diciéndole que hagan silencio, porque si sus padres estaban dormidos ahora de seguro se encontraban despiertos.
Los niños comenzaron a discutir entre susurros de que debían hacer, pero los cuatro (Ciro, Camilo, Mateo y Thiago) se quedaron mudos y pálidos cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Rory y a Leo en pijama. Era más gracioso ver a Rory, ya que ella llevaba un pijama de Leo que le quedaba gigante.
—¿Quién quiere panqueques con dulce de leche? —Fue lo primero que dijo Rory cuando los niños se giraron a mirarlos.
—¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! —Gritaron entre los cuatro mientras daban pequeños saltos en su lugar levantando la mano.
