7 - The Interviews

24 7 19
                                    

TW: referencias a la muerte, referencias a la tortura, descripción de personajes ansiosos/nerviosos, breve muestra de violencia, un poco de angst


Remus se da cuenta de que todos están nerviosos. Se ha ofrecido a ir a despertarlos a todos, cosa que Pandora ha agradecido. Empieza por James, que sabe que suele levantarse temprano, así que no habrá ningún problema.

— Buenos días, Remus —, saluda James cuando abre su puerta. Suena menos alegre de lo que suele ser cuando lo saluda.

— Buenos días, James —, murmura Remus— Sólo quería asegurarme de que estás levantado y listo para el día. —

— ¿Despierto? Sí. ¿Listo para el día? Bueno... —James hace una ligera mueca y se pasa la mano por el pelo.

Remus guarda silencio durante un rato y luego dice: — Si sirve de algo, me pareces muy simpático. Eres amable y divertido, James. Dudo que tengas problemas para tu entrevista. —

— ¿Sí? —James se anima un poco ante eso— Gracias, Remus. Es que... bueno, estoy nervioso. No solo por mí, sino también por Regulus. Y-y también es nuestro último día antes de... —

— Lo sé —, dice Remus en voz baja, con el corazón apretado en el pecho. Nunca se había encariñado con nadie como sirviente; nadie se preocupa por él, así que le devuelve el favor. Y, sin embargo, cuando se trata de este grupo de personas -Sirius, James, Regulus e incluso Pandora-, Remus se da cuenta de que ha llegado a preocuparse mucho por ellos en tan poco tiempo.

James suelta una débil carcajada— Es una pena que me vaya pronto. Creo que tú y yo podríamos haber sido amigos. —

Hay algo tan irremediablemente triste en eso, más aún porque Remus puede decir que James lo dice en serio, y lo cree. Para él, no importa que Remus sea un criado. Así que Remus mantiene su voz ligera mientras se burla: — Pensé que ya lo éramos. —

— No, sí, lo somos —, asiente James, sonriendo. Parece aliviado de tener algo por lo que alegrarse.

— Tengo que ir a despertar al resto —, le dice Remus— El desayuno ya está listo, deberías comer. —

— De acuerdo —, dice James— Oye, vas a comer con nosotros, ¿sí? A Sirius le gusta que lo hagas. Bueno, a todos nos gusta, pero hoy... Eh, siempre le animas, eso es todo. Le gustas, Remus. Mucho. —

— Lo sé —, repite Remus una vez más, esta vez con una pequeña sonrisa, y los ojos de James brillan de placer— No es muy sutil al respecto. —

James se ríe— Bendito sea, realmente no lo es. —

— No hace... nada —, aventura Remus con cautela, sin estar del todo seguro de cómo expresar con palabras lo que quiere decir.

— Sí, no lo hará —, responde James simplemente, y Remus no puede evitar fruncir el ceño. Al verlo, James suspira— Es... quiero decir, para ser justos, el desequilibrio de poder es... Bueno, sé que ninguno de nosotros habla realmente de ello, pero somos dolorosamente conscientes. —

— No es su culpa, ni la de nadie —, señala Remus— No es como si todos ustedes me hubieran hecho esto, y han hecho que mi asignación aquí sea lo más cómodo y cercano a la libertad que jamás tendré. —

— Lo entiendo, pero Sirius no cruzará un límite —, le dice James, sonando solemne— Te vemos como Remus, nuestro amigo, pero también sabemos que tenemos una superioridad sobre ti que ninguno de nosotros pidió. Podríamos... no lo haríamos, nunca, pero podríamos hacer que te matasen, o podríamos obligarte a hacer... cualquier cosa, de verdad, y es horrible. No está bien. Ninguno de nosotros cruzaría nunca, jamás, los límites contigo, porque te los mereces, y te mereces que los respetemos. —

Crimson RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora