Crimson Rivers

5 - Evaluation Aftermath

TW: temas y referencias a la muerte, referencias muy vagas a la tortura, una discusión, angst

Regulus sabe que no debe hacerlo. Sabe que es una mala idea y que Sirius se pondría furioso si se enterara, porque desde el principio dejó muy claro que no debía enemistarse con los responsables del juego.

El caso es que cuando Regulus entra en su evaluación en la tarde del último día de entrenamiento, entra con un plan. Es un plan sencillo ya aprobado por Sirius. Entrar, lucirse con varias dagas, y luego salir. Muy sencillo.

Tiene la intención de hacerlo, y lo hace en su mayor parte, pero...

Bueno, es que Regulus detesta toda esta experiencia, más aún al levantar la vista y ver a las diversas personas que están allí arriba observándolo atentamente, riendo y pareciendo emocionadas cuando les muestra de lo que es capaz. Sólo un peón para ellos. Un personaje de su espectáculo. No entienden la gravedad de su situación; no saben lo que está en juego; no saben lo que es tener miedo, aunque sea por un momento.

Regulus quiere que tengan miedo, que se enfrenten a su propia y frágil existencia. Horace Slughorn es el jefe del juego, y a él apunta Regulus. Con un rápido chasquido de muñeca, la daga vuela por el aire y se entierra en el cojín junto a la cabeza de Slughorn. Regulus apunta lo suficientemente cerca como para cortar un mechón de pelo que baja hasta su hombro, pero no lo suficientemente cerca como para herirlo realmente.

Todos se callan y Slughorn gira lentamente la cabeza para mirar el mango del cuchillo con los ojos muy abiertos. Alarga la mano y le quita el pelo del hombro, sosteniéndolo con visible incredulidad, y todos se estremecen. Regulus puede ver que les ha asustado, y se deleita en ello. Cuando todos le miran, hace una falsa reverencia y sale con la cabeza bien alta.

Sí, Sirius no puede enterarse de esto.

~ × ~

— ¿Le has tirado una daga a la cabeza? —Brama Sirius, sintiéndose peligrosamente cerca de volverse completamente loco. Levanta los brazos y los agita salvajemente— ¡¿Has perdido la cabeza?! ¿En qué estabas pensando? ¿Tienes alguna idea...? —

— ¿Puedes... no? —Interviene Regulus con cansancio, frotándose el costado de la cabeza con un suspiro— ¿Cómo te has enterado? —

— Slughorn vino a quejarse de ello, diciéndome que mantuviera a mis tributos a raya —, arremete Sirius, con las fosas nasales encendidas— ¡No puedes hacer las cosas así, Reggie! No entiendes cómo te pones en peligro, no solo a ti, sino también a James y a mí, ¡cuando te comportas como un niño egoísta e irreflexivo! —

Regulus lo fulmina con la mirada— Eso es irónico, viniendo de ti. —

— ¡Esto es el Hallow! —Sirius estalla, golpeando el dorso de una mano contra la otra palma abierta— Las reglas son diferentes aquí. No puedes hacer lo que quieras a quien quieras solo porque te sientas un poco enfadado. Una noticia de última hora, ¡pero todos nos sentimos un poco enfadados, joder! Cada movimiento que haces, cada palabra que dices, cada elección que haces, se refleja en ti, y no sólo en ti, sino en nosotros. Y eso controla el puto peligro que corremos, ¿entiendes? —

— Bueno, está claro que lo estás exagerando —, dice Regulus a la defensiva, señalando la pantalla— Has visto mi puntuación. Era más alta que la de los demás. —

Sirius podría estrangularlo. Podría estrangular a su testarudo e inocente hermanito. Realmente podría— ¡Eso no es bueno, Regulus! Eso es malo. Eso es muy, muy malo, maldito idiota. ¿Qué crees que le dice esa puntuación a los demás? ¿Qué crees que les dice a los enemigos que ya has hecho? Continúa. —Regulus no contesta, y opta por mirar hacia otro lado, con la mandíbula apretada— Les dice que eres una amenaza, y no sólo eso, sino que eres una más grande de lo que creían. Les amarga y les hace desear cazarte y masacrarte. —