19 - The Bridge

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TW: referencias a la muerte de animales, breve mención a la preparación/cocción de animales, referencias a la muerte implícita de niños


Regulus puede ver por qué los otros han sobrevivido en esta cueva. Es muy difícil de encontrar y, a pesar de lo observador que es, no lo ve hasta que James se lo indica. Hay algo de follaje puesto delante de la entrada para disimularla aún más, lo que James le informa que es nuevo.

En cuanto entran, Vanity se pone en pie y grita— ¡James! Estás aquí, has vuelto. —

Regulus la ve lanzarse hacia delante para abrazarle, lo que él acepta con una carcajada mientras le devuelve el abrazo. De hecho, parece que se aprietan lo suficiente como para hacerse daño, pero a ninguno de los dos parece importarle. Vanity es cómicamente más baja y pequeña que James, pero él finge que está a punto de derribarlo, burlándose de ella por ser tan fuerte. Desde un lado, donde está hirviendo agua, Peter lo observa con una suave sonrisa.

Irene y Mathias también se ríen con cariño, pero en ese momento están manipulando comida -o lo que será comida-, así que no los mira mucho. Ha visto suficiente sangre y muerte para toda la vida, a estas alturas.

— ¿Qué es esto? Esto es nuevo. —Dice James, acercándose para pasar suavemente la mano por el pelo artísticamente retorcido en la parte superior de la cabeza de Vanity.

— Mathias lo hizo para mí. —Vanity le sonríe— Han hecho un buen trabajo, ¿verdad? Queda muy bonito así. —

— Sí, muy bonito. —Le dice James con lo que Regulus sabe que es auténtica sinceridad.

— Estaba muy preocupada por ti. —Declara Vanity, y luego le da un golpe en el brazo— Creía que no ibas a volver. —

James se frota el brazo con una mueca de dolor— No, lo estaba. Te prometo que sí. Es que tenía que... —Mira a Regulus, luego se aclara la garganta y le dedica a Vanity una sonrisa ladeada— Bueno, tenía que encontrarlo y traerlo conmigo. Me he desviado un poco. —

— Oh, claro, Regulus. —Canta Vanity, lanzando a James una mirada burlona que le hace resoplar. Le da un empujón en el estómago, con los ojos brillantes de la risa, y algo en ello -su juventud y lo dulce que es- hace que Regulus se relaje y se calme un poco, dejándolo un poco menos nervioso— Tenías que ir a buscar a tu novio. —

Encantador. Incluso aquí, Regulus no puede evitar esa suposición. Al menos, nadie le llama enamorado. Aunque, al pensarlo, siente que su corazón se hunde. Sólo una persona le ha llamado así. Se pasearía con ese apelativo impreso en la frente si eso significara que Evan sigue vivo para decirlo.

— ¿Oye, Regulus? —Llama Mathias con entusiasmo, poniéndose en pie de un salto para acercarse con la esperanza en los ojos— ¿Puedo robar una daga? Espera, eso ha sonado mal. Quiero decir... estoy despellejando la ardilla, y eso es muy difícil de hacer sin nada afilado. Tengo... bueno, tengo piedras astilladas, pero una daga lo haría mucho más fácil, y sería menos sucio, así que si... si pudiera pedir prestada una daga... eso es lo que quise decir, pedir prestada, no robar, obviamente, porque la devolveré absolutamente... —

— No. —Dice Regulus, y Mathias cierra la boca, con los ojos muy abiertos. Un silencio incómodo se instala en la cueva, y Regulus suspira— Yo sólo... ayudaré. —

Mathias se ilumina al instante— Brillante. Vamos, entonces. Irene es muy buena en esto, pero yo odio absolutamente esta parte. En realidad, me hace desistir de comer, pero... tampoco quiero morirme de hambre, así que... —

De mala gana, Regulus se acerca al lado de la cueva donde Mathias le guía e Irene ya está trabajando duro. Le lanza a James una mirada de ojos estrechos al pasar, pero éste se limita a sonreírle. Le dice que sea amable, y Regulus lo rechaza, lo que hace que James reprima una carcajada antes de volver a centrarse en Vanity, y finalmente se acerca a charlar también con Peter.

Crimson RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora