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El caballero de Leo se podía encontrar rondando por el santuario, dirigiéndose a la casa de Sagitario. Su rostro estaba algo decaído por tanto cansancio, pero con la energía que le quedaba, quería ver si los tortolitos enamorados estaban bien.
Si- si, el será el hermano menor, pero en verdad, el quería proteger a su hermano. Después de todo, ser revivido no es algo que pasa todos los días.
Pero, también estaba Seiya. El castaño a ganado un gran lugar en su corazón, llenando un vacío que tenia por haber crecido solo por tanto tiempo, sin muchos amigos o compañeros.
Los dos eran muy importantes para el, y se aseguraría de ayudarlos en esta nueva fase.
Con una sonrisa, llego a la entrada de Sagitario. Pero...algo se sentía mal. Su rostro cambió a uno de confusión, sintiendo frío al entrar a la casa.
"Que frio..." sussuro a si mismo, abrazándose un poco. Se adelanto más en la casa, y vio a una figura postrada cerca de las escaleras.
"¿Aioros?" pregunto, acercándose para despertar a su hermano.
Aioros se encontraba todavía dormido, pero no quería despertar aunque su hermano lo moviera una y otra vez.
"¡Aioros, oye despierta!" dijo Aiolia con una voz rasposa. Al ver que no se levantaba su hermano, de inmediato chequeo si estaba respirando bien. Acercó su oído a el pecho del mayor, escuchando latidos regulares.
Con un suspiro aliviado, tomo su capa y cubrió a Aioros, tratando de taparlo por este frío repentino. Con cuidado lo levanto y lo postró en su espalda.
Su cosmos se encendió, y trato de enviar calor hacia el otro. Con un nuevo pensamiento, Seiya le vino a la mente. ¿Porque no estaba aquí?
"¡Seiya!" grito con esperanzas de escuchar una respuesta, viendo a su alrededor. Pero nadie le contesto, y eso le trajo mucho miedo.
Sin saber más que hacer, tendería que llevar a su hermano rápidamente con Mu, talvez el sepa que le está pasando.
Con cuidado bajo las escaleras, tratando de no soltar al mayor. Al llegar a el centro de la casa, vio una grieta en el suelo, donde parecía prevenir una aura fría, y tenebrosa.
Al ver más de cerca, se agacho un poco, viendo una pulsera tirada en el suelo.
¿Acaso...era la pulsera de Seiya?
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Mu había llegado a su casa sin problema, ya que al ser responsable, no tomo mucho. Se conformo con el brindis de la noche, prefiriendo tomar otra cosa que el alcohol.
Con una sonrisa, recordó como los demás no se habían limitado con las bebidas. Eso le trajo felicidad, sabiendo que todo parecía estar bien después de tanto tiempo.
Pero al parecer, no duraría mucho.
Justo cuando iba a entrar a su cuarto, escuchó a alguien gritar. "¡Mu- oye-! ven-!" dijo una voz acelerada.
Al darse la vuelta, vio como Aiolia bajaba con dificultad las escaleras de su casa, sin aliento y su cosmos aún encendido.
El caballero de Aries fue rápidamente hacia el, sosteniendolo antes de que se cayera.
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Amor Prohibido // Saint Seiya
FanfictionSeiya había sido engañado toda su vida. Sin saber la verdad de su origen, el a sido sirviente de Athena por muchos años. Hasta que un día, su vida cambió de la noche a la mañana. Amigos ahora eran enemigos, y su amado ahora era solo una memoria dist...