17 - Asgard, el Reino Bajo Nieve

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Tiempo...tiempo.

Si...

Con el tiempo, volvería a verlo...¿verdad?

Oh por los dioses me estoy volviendo loco. ¿Cuánto a pasado?

¿Dias? ¿Semanas? ¿Años? ¿Una eternidad?

Han pasado, exactamente, 2 minutos.

Oh.

Oh.

...

Bien, si está volviendose loco.

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"¡Hermano, cálmate!"

"¡Cállate!"

Nunca habían visto a Aioros de tal forma. Cielos el pobre hombre está lanzando todo lo que encuentra a su camino. Cada libro, escultura, silla, mesa, y caballero. A la gran sorpresa de todos, Aldebarán no fue excepción.

"¡Todo va a estar bien!", grito Shun, usando sus cadenas para sostener al rubio. "¡Hermano, lo encontraremos, lo prometo - solo cálmate!". El caballero de león no dejo suelto a su hermano hasta que el mayor callo rendido.

Los dos terminaron en el suelo, con Aioros desahogandose por fin. Quien lo diría, aquel temido por los dioses, ahora tan frágil como una hoja. No tardaron todos en venir a su apoyo, consolandolo. Horas...horas pasaron.

Ah, por fin. Después de muchas lágrimas, y palabras de consuelo, Aioros duerme profundamente.

"Mírenlo, si esto sigue así podría hacerle daño irreversible...", dijo Camus. Usando su capa, arropó a Sagitario.

"Pero, si no encontramos a Seiya, seria inútil esperar a que mejore." Aldebarán ayudo a levantar a Aioros, llevándolo junto a los demás a un cuarto donde puedan descansar.

Hubo un silencio frio todo el camino. Ni siquiera los cuatro más cercanos a Seiya dijeron nada. Parecían... perdiós.

En fin, al llegar a un cuarto donde parecía haber demasiado lugar, nadie se quiso ir en realidad. ¿Que pasaría si...algo vuelve a suceder? Prefieren estar juntos, por...si las dudas.

Algunos se acomodaron en un rincón, y unos en otros. Los maestros Camus, Dohko, y Shaka, comfortaron a sus discípulos. Ikki...por su parte, se quedó junto a Shun. Muy, pensativo, si se podría decir. Las expresiones de cada uno no era apto para llamarse tristeza. Más bien, parecía una rabia sileciosa. Lista, para morder.

Solo necesitaban un, empujón.

______________

La noche paso, nadie durmió exepto Aioros. Quien, a decir verdad, no estaba descansando por nada.

El toco a la puerta los desviaron de pensamientos profundos, la voz de alguien familiar alertando de la llegada de cierta señorita. "Chicos, despierten, llegó la señora Athena..."

___________

Llegando a una sala de junta, todos tomaron asiento. Aioros se quedó en cuidado de su hermano sobre un colchón. Aún..no despierta.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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Amor Prohibido // Saint SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora