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"¿Aioros?"
Oh, por los Dioses. Ahora recuerda el porqué se enamoro de él.
Esos ojos de caramelo lo veían con esa chispa de siempre, sin falla alguna. Es increíble cuanto efecto tenía esa mirada sobre su corazón y mente.
Ese aroma único, naturaleza pura en cada sentido que podría explicarse, como lo volvía loco.
"Yo...-"
Su querido principe le lanzó contra el, dándole un gran abrazo, sonriendo mientras se acurrucó entre el cuello del otro, apenas alcanzando por su estatura.
"Pensé que no vendrías..." dijo Seiya, sin dejarlo ir por ningún motivo. No quería que lo llegara a abandonar un segundo más. Estar con el, le brindaba esa seguridad que anhelaba desde hace tanto tiempo.
Aioros, olvidándose de todo en ese momento, como si nada importara más que el...lentamente, regreso el abrazo, sosteniendolo firmemente con cuidado por la cintura, acercándose al cuello del otro.
Rompiendo ese lazo de nerviosismo, susurro contra el oído de Seiya, "Feliz cumpleaños~"
Una sonrisa coqueta se postró sobre esos labios de su príncipe, sintiendo su sonrisa cálida. Una sensación de tranquilidad corrió por su corazón, dándose cuenta de cuanto a extrañado este sentimiento.
Aunque hayan sido solo unas horas de no verlo, se sintió como una eternidad. Una eternidad que parecía hundirlo en un abismo sin sentido alguno.
☆
Al otro lado del salón, nuestros queridos caballeros, sonreían sin poder parar, viéndolos tan juntos nuevamente les fue un alivio.
Platicaron entre si, susurrando cuanto esperaron ver a su amigo tan feliz como ahora. Además, no son todos los días que se ve un cuento de hadas nacer así.
La música ahora cambió a un ritmo lento, llena de romance sin duda. Melodías como estas eran tan exquisitas, que no se permitían usar sin una razón de suma importancia, como lo era el día de hoy.
La pista de baile se despareció, dejando a la pareja sola, aún entre sus brazos. Gente empezó a susurrar con alegría, otros de sorpresa, y unos simplemente disfrutando ver al siguiente gran líder en este universo, por fin encontrar el amor que necesita a su lado.
Los caballeros de oro, quienes estaban dando vueltas por el salón para asegurar la seguridad del príncipe, se detuvieron, y se acercaron más hacia el centro.
"Ah...por fin," dijeron dos voces suaves. Mu y Shaka, los más sabios de los doce caballeros, sabían con seguridad que este día llegaría.
Milo, Saga, Aldebaran, y Shura, sonrieron con calidez, viéndo a esos dos felices, en verdad era el comienzo de algo nuevo.
Sorprendente para unos, y esperado por otros, Afrodita junto a Máscara de Muerte, lloraban lágrimas de victoria, como si hubieran ganado la apuesta más importante del siglo.
(Si cuenta que hayan apostado el futuro de nuestros tortolitos, entonces si, han ganado)
Por el otro lado, Dohko, Camus, y Saga, apreciaron este momento, con miradas llenas de orgullo. Al ser maestros de batalla, este momento no sólo les traía una felicidad personal, pero por igual, les presentaba el futuro de este reino.
Nunca antes se había visto un principe, caer en brazos de su guardián, y más inesperadamente, uno de los 12 caballeros de oro.
Los pilares que protegen a este reino, y sus habitantes.
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Seiya suspiro contra el cuello de Aioros, sintiendo como el otro acariciaba su cabello, al igual que todas esas noches que a quedado dormido en sus brazos.
Esa chispa que sintió la primera vez que Aioros juro su lealtad absoluta hacia el.
Esa chispa que sintió el primer día que pelearon juntos en una batalla.
Esa chispa que nuevamente, lo está volviendo a enamorar, mucho más que nunca.
~
Oh, como podría describir lo que siente en estos momentos Aioros...
Es igual que ese día nuevamente.
¿Esa chispa que sintió al jurar su lealtad hacia el?
No...
¿Esa chispa que sintió al poder pelear junto a él en innumerables batallas?
No...eso, no era suficiente.
Oh.
Oh.
Es igual que esa vez.
Si podría describir este sentimiento ahora, seria, simplemente, sin más detalles que incluir; el primer día que siquiera llegó a presenciar, la persona más hermosa que la belleza misma.
Así es, simplemente así es.
Como extrañaba esa sensación.
《》
"Seiya, yo..." empezó a decir Aioros. Alejándose un poco del cuerpo del otro.
Seiya volteo a verlo a los ojos, con anticipación de escucharlo.
Al llegar una breve pausa en la canción del momento, dio unos pasos hacia atrás, dando una reverencia.
Seiya sintió el sonrojo en su rostro, al ver a Aioros ofrecer su mano como los príncipes azules en los cuentos que a leído de niño.
"Príncipe mío, ¿me... concedes este baile?" dijo Aioros, levantando su mirada hacia Seiya, esperando su respuesta.
'Porfavor di que si, porfavor, porfav-'
"Claro que si-", Seiya acepto su mano,"-caballero mio."
Seiya de misma manera, dio una reverencia pequeña, aceptando este baile.
La música empezó nuevamente.
Y por igual, Aioros y Seiya volvieron a enamorarse.
Una, y otra vez.
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Amor Prohibido // Saint Seiya
FanficSeiya había sido engañado toda su vida. Sin saber la verdad de su origen, el a sido sirviente de Athena por muchos años. Hasta que un día, su vida cambió de la noche a la mañana. Amigos ahora eran enemigos, y su amado ahora era solo una memoria dist...
