seis i.

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chiara

Llevo aproximadamente media hora sentada en una plaza más o menos cerca de mi casa, re cagada de frío. Debo parecer una loca, a las once y pico de la noche, en junio y con un simple top deportivo. Las piernas las tengo re calentitas, hermoso, pero estoy segura de que en cualquier momento me agarra algo del frío que estoy tomando.

Lloré unos minutos pero el frío me hizo olvidar eso. Salí corriendo de mi casa como estaba, en crocs con medias y el pijama. Lo único que traje es mi celular, por suerte con batería.

Miro el grupo muy por arriba y veo que arreglaron ir a no sé dónde. No pienso quedarme acá así como estoy, por lo que intento llamar a Sofía para que me preste un buzo, pero no me atiende. La llamo a ella porque es a quién más cerca tengo, pero como parezco ser ignorada, llamo a Cande. Escucho su voz al final de la llamada diciendo "hola, soy Cande, ahora no puedo atender" y bla bla bla. Creo que es la única adolescente argentina que puso eso como contestadora y nadie le hizo bullying por lo mismo.

Pruebo con los chicos, aunque viven todos mucho más lejos. No me importa, lo único que quiero es un poquito de calor y no volver a mi casa. Con Manu pruebo aunque con muy pocas esperanzas, seguramente está dormido. Y efectivamente, tampoco responde. Alexis, Matías, Lautaro, Santiago... ninguno de los chicos atendió. Supuse que todos habían ido a aquella juntada que habían organizado no sé dónde.

Sí, queda alguien a quién no llamé. Pero igualmente tampoco creo que atienda, es el primero en llegar a aquellos lugares llenos de sustancias ilegales y desconectarse por completo del celular. También es cierto que estoy a una cuadra de su casa, y que tuvo que haber sido mi primera opción.

Honestamente sigo un poquito enojada con él. No sé a qué se refirió aquel día en la puerta de mi casa, diciendo todo eso que dijo, podrás mentirle a todos esos, pero a mí no, pero en toda la semana que lo ví en el colegio le dije hola y chau y nada más. Probablemente quiso que le cuente por qué lloré en la casa de Alexis, pero ¿a él qué le importa? Lo conozco hace relativamente poco. No voy a contarle mis cosas.

¿Qué es eso de que a él no le puedo mentir? A mi parecer flashó un montón.

No pierdo nada intentando, creo.

Busco "valentín" en el buscador de contactos y lo pienso un ratito. ¿Qué puede salir mal? ¿Qué puede ser lo peor que pase? Que no esté en su casa y no atienda y me quede sin opciones, porque con los demás chicos del grupo no tengo confianza como para pedirles algo así.

Con él tampoco tenés confianza...

Aprieto llamar. Suena. Suena. Suena. Se corta. Contestadora.

Yo sabía.

Subo mis piernas al banco y me siento en indio. Dejo mi celular entre mis piernas y me abrazo a mí misma. ¿Ahora qué hago? Podría llamar a mi hermano y pedirle si me puedo quedar con él un rato. Pero está con los amigos...

Pero yo soy más importante que sus amigos, ¿o no?

Sí, es lo más lógico. Y probablemente él tendría que haber sido la primera persona en quién tuve que haber pensado para pedirle algo así. Thiago tiene auto, con calefacción.

Agarro mi celular una vez más y entro al registro de llamadas. Ver el nombre de todos mis amigos con la flechita roja que indica que ninguno atendió me hace sentir horriblemente mal. ¿Será que realmente no son mis amigos?

Por Dios no, qué cosas pienso.

Busco "thiaguii" en el historial, y estoy por apretar el botoncito verde para llamarlo, cuando el celular empieza a vibrar constantemente con una notificación que dice "valentín".

cry baby ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora