Esta historia comienza con una arbitraria hecatombe ocurrida a lo largo y ancho del extenso mundo. Las razones tras tan injusto acto, no fue más que la búsqueda incansable de satisfacción por parte de los dioses, los cuales buscaban una nueva forma...
La historia que están leyendo, comienza en alta mar.
Un gigantesco cruzero de lujo , se encuentra envuelto en llamas. Los gritos y ruegos de miles de personas, pidiendo ayuda, resuenan al unisono.
Pero estos no son correspondidos ni por humanos ni por dioses. Lo único que les queda a los pobres pasajeros, es el inevitable final.
Una enorme explosión surge desde la popa del crucero y el sonido chirriante del metal resuena en los corazones de las personas cercanas ; los desafortunados supervivientes que no murieron rápida e idoloramente en la explosión , lo hicieron poco después ahogados o siendo comida de tiburones.
En una estructura cilíndrica, muy parecida a la forma clásica de un coliseo. Se pueden escuchar las frívolas carcajadas de un grupo de seres con formas diversas.
Había seres con apariencias cercanas a la de los humanos, otras con formas de animales y varias de ellas tenían una forma que solo puede ser descrita como amorfa.
(???)-Oh, que gusto me da ver tantas almas desafortunadas, juntas en un solo lugar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Nota del autor: Su nombre se los dare a conocer más adelante asi que, por ahora, lo dejare como (???)
Un "hombre" cuya única semejanza con los humanos es la forma de su figura, ya que su cara , sus manos y los pies que sobresalen de los harapos negros que viste, son solo huesos.
Las cosas a las que este ser se refirió como Almas, lo miran con miedo, pero esto solo lo hace más "delicioso" para él.
Entre risas que rozan el terminó de susurro, la huesuda criatura los mira con sus cuencas vacias.
(???)-Kukuku, no tengan miedo almas desafortunadas; ninguno de los dioses aquí presentes les ocasionará algún daño.
Las almas de los difuntos, intentan replicarle pero ninguna voz puede salir de ellos. Es en ese momento que cada alma se da cuenta de su propia muerte.
La forma que tienen ahora no es muy distinta a la que tuvieron en vida, pero sienten un frio constante en cada parte de su cuerpo y no logran escuchar el palpitar de sus corazones.
El pánico les invade pero este sentimiento es inútil ante la muerte.
Para empezar ya sus corazones no laten, por lo que la agitación que presentan las almas desaparece al poco rato. Y además aunque este no desapareciera, no podrían consolarse ni entre ellos pues cada ves que intentaban abrazarse sus propios cuerpos pasaban entre ellos, dandoles a entender que no eran algo tangible.
(???)-Es una verdadera lástima que un espíritu sin corazón, solo sea capaz de mostrar esos sentimientos de desesperación momentánea. Estos "platos" no servirán ni como apritivo para nosotros.
