𝙁𝙧𝙚𝙮𝙙𝙖 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧 [✓]

𝐐𝐔𝐈𝐍𝐂𝐄

–Freyda, Sirius. bajen de una vez!–grita Remus molesto dentro de la mansión Black–

Freyda aprovecho las salidas para ir a visitar a su padrino y tío del corazón, Remus estaba bastante molesto porque cuando entro le cayó encima de la cabeza un balde con agua helada mojando su ropa por completo. Escucho risas y pasos apresurados subir escaleras arriba.

Luego de mucho insistir, Remus fue reclamado por Sirius para que vivan con ellos Freyda  un tiempo. Se aburrían estando solos y al menos le alegría aquel lugar tan silencioso y apagado.

Remus estaba subiendo las escaleras, estaba muy molesto ya que estaba nevando y ellos le jugaron una broma que para nada le gustó.

Escucho como Freyda reía y Sirius la callaba diciendo "shh nos va a encontrar"

Cuando subió por fin entro en la primera habitación pero no vio nada y entro a la siguiente. Y así estuvo hasta la de Sirius.

Escucho como pasos se dirigían a las escaleras bajando.
Suspiro pesadamente por entender que habían bromeado con él nuevamente.

Abajo se encontró con Freyda vestida con una falda, medias largas y con polainas, un suéter celeste pastel tejido con dibujos de nubes y zapatos negros. Levanto una ceja por verla tan arreglada. Luego vio a su amigo quien estaba en bata tirado en un sillón frente a la chimenea sin ningún problema o el hecho de que no le afectara el regaño de su amigo después. Estaba tranquilo sin sentir culpa.

–hola padrino!–saludo como sino hubiera pasado la broma–
–Hola–contesto con molestia en su voz y Sirius estallo en risas por verlo todo mojado gracias a su idea– oh te divierte–exclamó con ironía mirándolo mal–
–claramente–dijo sonriendo–

Gruñó Remus por la burla de su amigo y sacó su varita para formular un hechizo y secarse.
Se fue a un lado de la chimenea y recostó su espalda en la pared para cruzarse de brazos y cruzar sus pies.

–A dónde irás tan arreglada?–le pregunta mirándola–
–tengo una cita con Cedric–le dice–
–no me habías dicho –le dijo y ella sonrió–

Su padrino estaba teniendo celos y buscando una excusa para que se quede con ellos. Pero Sirius se paró y coloco a un lado de Remus para pegarle un poco la espalda a su amigo riendo.

–deja que se divierta, es joven aún–le guiño un ojo y Remus lo miro incrédulo–
–no quiero saber en qué forma lo dices–y miro a su ahijada– pero vé con cuidado si?, Los mortifagos están por todos lados–advirtió y ella asintió–
–esta bien–se acercó a él y beso su mejilla– te quiero–le dijo y iba a caminar hacia la puerta–
–y para Sirius no hay?–le dice mirándola ofendido–

Ella negó con la cabeza divertida y se volvió a acercar para darle también uno a Sirius. Se acercó a la puerta y tomo su abrigo colocándose.

–sabes que si te aburre el niño, puedo ser un buen partido–le dice Sirius coqueto y Remus le da un golpe en la cabeza– qué? No somos de la misma sangre–se excusa con una sonrisa–
–pero somos como su familia–le dice Remus –