capítulo 14

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Lo último que Changbin esperaba de su visita sorpresa era encontrarse con Hyunjin. Aún recordaba cuando le preguntó si no le caía mal. Respondió que le era indiferente.

Tras aquel fatídico programa en el que su tobillo y su estabilidad se quebraron las cosas habían cambiado. Intentó aferrarse a su palabra, dejar de lado aquellos pensamientos intrusivos que le instaban a encadenarle y pedirle que se curase junto a él. Lo intentó, pero en el fondo lo sabía. Y la soledad en la que había vivido durante aquella semana había sido la peor confirmación.

La parte positiva era que Félix parecía más feliz y equilibrado

La negativa que había sido gracias a Hyunjin.

Ahora comenzaba a comprender a qué se refería el rubio cuando hablaba de lo enfermo que le ponía.

—Tardo cinco minutos —le avisó, elevando su diestra, marcando el número con sus dedos y adentrándose en el baño.

Segundos más tarde el agua de la ducha comenzó a correr inundando la estancia de vapor, y Changbin permaneció tras la puerta, sentado en el colchón y con la vista en el suelo. Las películas de romances entre amigos y tríos amorosos siempre le habían parecido una estupidez. Cómo hacían de lo simple algo demasiado complejo cuando incluso el mayor de los problemas tenía solución. "Todo tiene solución, excepto la muerte. Y nadie se muere de amor". Sin embargo, una vez el chico se despegó de él, temió que fuese verdad. Que esa calidez que se expandía por su pecho cada vez que le acompañaba fuese sustituida por las miles de agujas que se clavaban en su pecho cuando le veía con él. Con el Príncipe de Hielo.

Debe ser un poco patético dejar ir al chico que te gusta por ser incapaz de confesarte.

Pero aún más que pierdas tu oportunidad por una repentina conexión con su acérrimo enemigo.

El muchacho salió del baño, enfundado en unos calzoncillos y con el cabello aún húmedo. Y Changbin deseó por un instante no haber decidido visitarle aquella noche. Por supuesto, Félix no tenía ni idea de lo que pasaba por la mente del moreno. Y no planeaba que lo supiese nunca.

—Que ganas tenía de ducharme, estaba helado.

El problema es que se le daba especialmente mal ocultarlo.

—Sí, hoy ha hecho frío.

Aunque fuese lo último que tenía en ese momento. No obstante, se obligó a apartar la vista, pues se suponía que debía estar molesto y por su mente en ese instante pasaba de todo menos reproches. Igual las historias de romance que tanto odiaba no serían tan complejas si los personajes se hubiesen dejado llevar por esas ideas fantasiosas. Quizá él debió decirle que le echaba de menos y atreverse a besarle.

—¿Qué tal te va con Hyunjin?

Pero no lo hizo.

—Entrenar con él me está ayudando mucho a enfrentarme a mis comparaciones —le explicó mientras se terminaba de poner el pijama—. Está siendo muy amable conmigo.

Changbin apretó los dientes.

—Me imagino.

—No es como me lo esperaba, ¿sabes? —continuó—. Aparenta ser frío y distante, incluso pensaba que era uno de esos patinadores narcisistas y competitivos.

—¿Y cómo es entonces?

Félix sonrió, tomando asiento a su lado y mirándole.

—Es muy rarito —admitió con un tono divertido—, pero tiene un buen corazón. Intenta mejorar y ser el mejor y al mismo tiempo si necesitas ayuda te tiende la mano y te guía.

Under my skin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora