Capítulo 36

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-Tranquila esposa joven, el señor no esta aquí - sonríe - Aun claro. Pero cuando eso pase dice que desea conocer a su "héroe" -¡Hijo de puta! 

Qué sea la mano derecha de Debram no significa que él también tiene que tratarme de la misma forma en la que me trata esta familia. 

Tome la poca valentía que me quedaba después de lo sucedido en el despacho de Damián para levantar el rostro y hacer que mis ojos coincidan con los del castaño, entonces le pegue la mirada más dura que tenia para después abrir la boca y enfrentarlo.

-Váyase al carajo Nick, cuide su forma de hablar que la esposa soy yo - dije sin apartar la mirada, manteniendo mi postura.

El castaño dirigió su mirada hacia la puerta, supongo que eso hace referencia que yo había ganado ¿verdad? Aunque también cabía la posibilidad de que solo estuviera fingiendo. 

-Me disculpo por mi actitud. 

-Ahora vete, quiero estar sola. 

-Como usted diga - dicho eso se retiro dejándome hecha un manojo de nervios.

Mantener una actitud así no era fácil, sobre todo por el echo de saber que me podrían pasar dos cosas, ser torturada o asesinada. Era un riesgo que debía correr, pero no estaba dispuesta a seguir siendo pisoteada por ningún integrante de esta mansión o personas que estén asociadas a la familia Russo.

Pero mi preocupación actual ya no era solo mi familia, si no los amigos que había hecho en la escuela. Probablemente era muy corto el tiempo para considerarlos amigos, me han demostrado que puedo confiar en ellos, sobre todo Scott quien me hizo sentir libre una vez más y lucho para que no lleven.

Dios mío no quiero que mueran personas inocentes y menos un amigo, protégelo por favor.

Supongo que lo mejor por ahora es dejar de asistir a esa escuela, por el bien de Scott, Marianne y mi familia. Cuando vuelva Debram me las arreglare ya que seguro se pondría furioso por desobedecer la orden de que siga yendo a la escuela.

(...)

Las horas pasaron rápidamente y pronto la noche se hizo presente justo en el mismo momento en el que Ana entraba a mi habitación junto al teléfono.

-¿Es Debram? - pregunte aun sabiendo la respuesta. 

-Si niña Gema, es él - respondió a la vez que me entregaba el teléfono en las manos.

Los ojos de Ana reflejaban piedad por mí, pero a la vez temor.

-¿Pasa algo? 

-Nada mi niña es solo que... 

-Que.... - la anime a continuar. 

-El señor Nick dijo que ya se estaba pareciendo un poco más a un integrante de la familia Russo. Que ahora si se estaba ganando el respeto de la esposa joven, la señora Gema Russo. 

Reprimí un gemido.

 Como pueden pensar semejantes tonterías.   

-Solo no permití que Nick me tratara de la misma forma que Debram, yo jamás podría ser como estas personas tan despreciables - dije en mi defensa -Tranquila Ana, todo está bien conmigo - le sonreí para calmarla. 

-Me alegra saber eso niña Gema - sonrió cálidamente.

Cuando Ana por fin abandono mi habitación bote un pequeño resoplo antes de responder al llamado de Debram, rogando porque no haya escuchado nada de lo que converse con Ana.

-¿Hola?

-Gema hermosa - respondió -¿Hay alguien más en la habitación?

-Uhm, no... 

¿Qué era lo que estaba planeando ahora?

-Perfecto. Échale seguro a la puerta - pidió duramente. 

-¿Por qué?

-Solo has lo que te digo Gema. 

-Esta bien - bufé a la vez que me bajaba de la cama con los pies descalzos para hacer lo que me había pedido -Listo. 

-Me gusta que seas obediente. 

-Ujum. 

Maldito idiota. 

-Necesito que me hagas un pequeño favor, probablemente muy indecente. No me cabe en la cabeza, pero no puedo resistirlo más. El alcohol me ha puesto mucho más loco de lo que ya estoy por ti mi hermosa Gema - dijo con la respiración un poco entre cortada. 

-¿Que favor quieres que haga?

-Yo, quiero que te toques para mí. 

-¿Qué me toque? ¿A que te refieres con eso de tocarme? - pregunte confusa a lo que el respondió con una gran risa desde la otra línea. 

-¿En serio eres tan inocente Gema? 

Juro que puedo imaginar su estúpida sonrisa.   

-Se más claro Debram - sus juegos estúpidos me provocan irritabilidad. 

-¿Conoces la palabra "masturbación"? 

¡¿Qué?! ¿Por qué pregunta algo como eso? ¿Qué debería responder? ¿Qué demonios digo?

-Tu silencio lo dice todo bella Gema.

-¿Y qué si lo sé?

-Eso es perfecto ¿sabes como explorar tu cuerpo? - pregunto sin vergüenza alguna. Aunque claro, era Debram, él no sabe de vergüenzas o respeto.

-¡No! - chille para colgar la llamada. 

Lleve una mano a mi boca para ahogar mis gritos. 

¿En que diablos estaba pensando ese tipo? ¿Cómo es que se le ocurren estas cosas? ¡Lo odio!

Definitivamente, por más esfuerzo que haga ese hombre siempre será un ser despreciable.

Debram Russo, me provoca odio saber que ¡que soy tu esposa! 

La esposa jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora