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                           ARACELY VELASCO


Tres meses de que una vida se está formando dentro de mí. Néstor casi no viene porque está trabajando fuera. Bajé a hacer algo de comer, picar fruta y tomé yogurt. Comencé a comerlo, al terminar lavé lo que usé y fui a echar ropa a lavar. Subí a arreglarme, pues saldré al súper a comprar unas cosas para hacer una lasaña.

Al regresar del súper, acomodé las cosas para comenzar a hacer la comida. Me agarré el vientre mientras sentí un dolor inmenso. Comencé a caminar hasta la puerta, pero antes de llegar, Néstor la abrió. Me vio y justo alcanzó a tomarme en los brazos.

—Piyi, ayúdame, maneja.

Después de andar en Tijuana arreglando unos asuntos, hoy regresaría a Culiacán. Sigo enojado con Aracely por la reacción que tuvo al llegar a su casa. Estacioné la Urus en la cochera, abrí la puerta y Aracely venía hacia mí. Caminé, pero algo no estaba bien. Se desmayó y la alcancé a tomar en los brazos.

—¿Qué pasó, Néstor?

—No sé, no me han dicho nada.

—Familiares de Aracely Velasco.

—Yo soy su esposo, dígame.

—La señora tuvo una amenaza de aborto.

—¿Put... con Aracely tanto que le dije y salió con sus mamadas?

—Señor, es...

—Esto es entre nosotros.

—Es que le valió lo que le dije, Brianna.

—Oye, Néstor, ¿qué te pasa?

Entre al cuarto y me fui contra ella. La tomé del cuello y solo me miraba con los ojos cristalinos.

—Déjala, ¿qué te pasa, Néstor?

Mi hermana y la de ella me empujaron.

—Doctor, doctor, ayuda.

—¿Qué pasa?

—Se le está yendo el aire.

Comenzaron a atenderla realmente, sí se le estaba yendo.

—Ya la estabilizamos.

—Doctor, nos puede decir qué pasó.

—Ella y el bebé están bien. Les pusimos oxígeno.

Néstor se fue junto a Briann, quien lo trataba de tranquilizar.

—Doctor, si él no quiere saber por qué fue la amenaza, yo sí quiero saber. Mi hermana estuvo en peligro.

—Su hermana tiene el síndrome de ovario poliquístico, y ese mismo provocó la amenaza.

—Y ella lo sabe.

Entramos a la habitación.

—Tiene que saber que si continúa con el embarazo, puede salvarse solo uno usted o el bebé.

—Asintió.

—Voy a seguir con el embarazo y cuando llegue el día, aquí estaremos.

—¿Por qué no le dices a Néstor?

—Viste cómo se puso, pensó que lo quería abortar. Sabes, en este tiempo me encariñé con mi bebé y no quiero que este ser muera. Así me tenga que sacrificar.

—Aracely.

—No está a discusión, Roxana.

—No le digan a nadie, por favor. Que esto quede aquí, doctor.

—Como usted quiera.




—YSSSSSPBBY

NO ERES TÚ SOY YO |NIPS |09|19 | NINIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora