Lamento lo que sucedió con Yina, comenzaba a quererla, pero lo que sucedió hoy, no me lo esperaba de ella, siempre fue tan justa y amable, siempre colocaba a las demás personas por encima de ella! En qué se convirtió?.
Mientras miraba entretenido a Lilith ser tratada por la enfermera, esta me habló.
- Todavía sus pulmones están débiles, aún no podrá respirar por su propia cuenta - me informó.
Lo que más deseo es que abra los ojos, que todo sea un sueño, pero por más que lo intente yo no podré hacer nada.
- Despierta niña, tengo cosas que hacer - comenté al ver que la enfermera se retiró - Por qué te metes en tanto problemas? Es un don? - sonreí.
- Ojalá fuera un don y no una maldición - habló con dificultad por causa del oxígeno.
La miré de inmediato para ver su sonrisa levemente marcada.
- Yo puedo ser el Dios que rompa tú maldición - agregué.
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Pasado unos días ya estaba bastante recuperada, pero la rotura en su pierna derecha le impedía caminar, si quiera moverse la enfermera tenía que hacerse cargo de sus necesidades.
O.P.V
Siempre oí que las personas inconscientes escuchan lo que sucede a su alrededor, por esa razón aveces nos exhortan a que hablemos con los pacientes que están en coma. Siempre quise saber si era verdad pero nunca quise experimentarlo por mí misma, y por fin lo sé.
- Ya está dada de alta, cuando lleguen a casa debe hacer reposo absoluto, y una vez que su pierna esté bien, debe asistir a rehabilitación - informó la doctora.
- Perdón, usted quiere decir que...
- No se preocupe enfermera, cuando lleguemos a casa me encargaré de que haga reposo - Vicenzo me interrumpió y lo miré confusa.
La enfermera se marchó y él me miró, le dediqué una mirada incrédula a la que respondió.
- Qué? Quieres que te deje aquí y te las arregles sola? - preguntó con ironía.
- No te conozco, cómo me voy a vivir contigo? - respondí a su pregunta.
- Es inteligente de tu parte responder a mi pregunta con una pregunta - se acercó a mí - cómo debería tomarlo? - se inclinó y apoyó ambas manos a mis costados.
- No estoy en condiciones de rechazar tu ayuda - lo empujé.
- Siendo así - me destapó - vamos a casa señorita Bianchi - me ayudó a ponerme de pie junto a la camilla
- Necesito cambiarme de ropa - comenté apenada.
El se dirigió a mi maleta y sacó un vestido de vuelos a tres dedos de las rodillas y color rosa, de cuello alto, y mangas holgadas.
- Espera esa no es mi ropa - apunté hacia la valija - por qué esa ropa está ahí? Eso no es mío - expresé.
- Bueno en ese caso... ¿Tuve que hacer unas comparas por ti, tu ropa sufrió un trágico accidente como tú? ... así que...
- No! Por qué haces eso - gruñí - ahora te debo dinero. No me digas que la factura médica la has pagado tu? - comenté con sarcasmo - espera... nunca oí algo sobre la salud gratuita en Corea, eso quiere decir que...
- Si! Eso mismo - se acercó con el vestido, lo mire enojada pero su expresión era neutra - Bueno niña si quieres ve a la escena del accidente y recupera toda tu ropa en el latón de la basura - replicó abriendo los brazos - y si no me quieres deber dinero, pagalo entonces - arqueó una ceja.

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Mi Sr Vicenso Cassano
RomantikaLilith Bianchi es una joven que apenas cumple sus 18 años decide viajar para realizar sus sueños, con el apoyo de sus padres viaja a Corea del Sur donde se esforzará al máximo por alcanzar su carrera de robótica y trabajar en la compañía Robot for N...