25-Son unos idiotas

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//esto es otro capítulo relleno)? por así decirlo  mientras pienso en la mejor manera de articular todas las ideas que tengo para la historia.

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No importaba cuánto lo intentara, Joshua no podía comprender porqué sus amigos eran tan tercos y tontos para no hablar y solucionar los problemas que tenían entre ellos.

Podía ver en los ojos de ambos lo mucho que se extrañaban y necesitaban ¡Eran amigos de toda la vida después de todo! El único problema es que eran muy estúpidos, más de lo normal, extremadamente idiotas si le preguntasen.

Esa mañana de miércoles Joshua caminaba solo por los pasillos que daban al jardín mientras esperaba a que su clase de runas antiguas iniciara, organizaba sus notas cuando visualizó a un Seungcheol actuando como moribundo debajo de un árbol de jazmín. Le preocupó un poco así que se acercó a él, a pesar de no estar hablando mucho, casi nada, con sus amigos, seguía preocupándose por ellos.

El chico se encontraba acostado mirando al cielo con las hojas y ramas obstruyendo la vista, con un aura triste y pesada a su alrededor. Lo conocía lo suficiente como para darse cuenta inmediatamente de que había algo perturbando sus pensamientos, lastimando su alma.

Verlo así era desolador para quien lo conociera.

Se sentó al lado suyo en silencio, dejando sus cosas a un costado y sintiendo el viento que cada vez empezaba a ser más fresco rozando su cálido rostro. En ningún momento cuestionó al otro o le echó una mirada, sabía que haciéndole compañía sin la necesidad de palabras era la mejor manera de brindarle apoyo y seguridad para que tomara la suficiente confianza de abrirse por si mismo y contarle sus pesares si así lo quisiese.

Así se quedaron por varios minutos hasta que el mayor empezó a hablar.

-No lo entiendo, Josh-expresó en voz baja-yo nunca diría cosas así, eso no es lo mío. Le dije palabras tan...terribles, que ni siquiera pensaba o pienso realmente de él.

Su compañero no dijo nada y lo dejó continuar.

-Tendrías que haber visto su mirada, la expresión que hizo, nunca antes desde que éramos niños lo vi mostrando tanta decepción. No era rabia u odio, sino lo peor que puedes esperar de alguien, decepción.
No puedo crear ninguna excusa a mi comportamiento porque no hay justificación para lo imbécil que fui, lo lastimé mucho, le mentí y herí sus sentimientos. Ese no era yo, no era el Seungcheol de siempre, siento que crecer le está haciendo bien a todos menos a mi; con cada día que pasa siento que todo es peor y no hay nada que pueda hacer para sentirme bien o ser mejor persona, sin ustedes al lado mío todo en mi vida es basura.

A las palabras le siguieron los sollozos y solo se escuchaba eso mientras el bullicio de los alumnos yendo a sus clases y el viento silbante los acompañaba.

-Es bueno saber que eres consciente de tus errores-habló por primera vez desde que se sentó al lado suyo-el único consejo que puedo darte es que le abras tu corazón como hiciste conmigo ahora y mostrar con acciones lo mucho que te importa, no esperes a que todo se solucione solo porque eso no va a suceder, hablas con Jeonghan o le dices adiós a tu mejor amigo.

Recién en ese momento miró al azabache a su lado, quien tenía los ojos rojos y le miraba como un perrito triste en busca de ayuda.

El de cabello multicolores solo podía suspirar, había hablado con ambas partes y seguía sin saber de qué diablos habían peleado. De cualquier manera, esperaba que todo volviera a la normalidad pronto, amaba a sus otros amigos y se juntaban de vez en cuando pero no era lo mismo estar sin ellos dos; ver cómo se distanciaban ponía a todos muy tristes.

Quidditch y Encantamientos•SEVENTEEN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora