TRENTON
No sé en qué momento perdí el rumbo, ni la noción del tiempo.
He estado corriendo durante horas bosque a través y siento que mis piernas se mueven solas, por pura inercia.
Es la necesidad de alejarme de esta cabaña, de poner pausa a los pensamientos que no dejan de atormentarme. Y en todos ellos, un nombre es protagonista: Keisha.
Tengo ganas de dejar de ser yo por un rato, de desconectar. Pero no sé cómo, nunca he sabido.
Así que corro sin rumbo, hasta que el ruido de una música resonando a lo lejos guía mis pasos.
Una fogata enorme ilumina a un grupo de personas reunidas en un descampado. El rap resuena demasiado alto en el silencio de la noche, pero me parece captar el sonido de unos vítores y coreos de ánimo...y distingo a dos siluetas en el centro del meollo, en medio de una pelea.
Entonces lo entiendo, están animándolos. La multitud se divide en dos facciones, en función del hombre por el que hayan apostado.
Sé cómo va esto, empecé así.
Y casi puedo sentirlo; la adrenalina, los gritos, el sabor de la sangre inundando mi paladar, el dinero cambiando de manos...y el sabor del triunfo.
Por instinto, me voy acercando más y más. Hasta que soy uno de ellos.
Me mezclo con la multitud extasiada y contemplo el espectáculo de patadas y puñetazos que se desarrolla en mi campo de visión.
Mentiría si dijera que me impresiona – son unos aficionados – pero me sorprendo a mí mismo queriendo salir ahí delante y quemar un poco de adrenalina.
Cuando lo dejé me dije a mí mismo que no lo echaría de menos, pero era una gran mentira y, en el fondo, creo que llevo todo este tiempo esperando que este momento llegara.
Mi momento.
Me recuerdo que no es lo mismo, que aquí nadie tiene por qué conocerme – a pesar de mi popularidad en ciernes – y que, aunque lo hagan, nadie más lo sabrá.
No pasará nada por intentarlo una vez. No perderé el control en esta ocasión.
Tampoco soy un hombre especialmente creyente, pero estoy convencido de que si mis pasos han venido a parar precisamente hasta aquí ha sido por una razón.
Esta noche necesitaba desesperadamente una salida y la he encontrado.
De haberme quedado en casa esperando en vano a que Keisha volviera – cuando probablemente ni siquiera venga a dormir porque estará ocupada con Will – sí que podría haber hecho una estupidez.
El recuerdo de mí estando drogado y yéndome de la lengua con ella me deja un regusto amargo en el cuerpo. No mentiré ni me soltaré el discursito de que tengo que dejarlo para ser mejor y toda esa mierda, no soy un hipócrita.
ESTÁS LEYENDO
Trenton: Peligrosa adicción ✔ COMPLETA ©️ EN FÍSICO CON MATCHSTORIES EDITORIAL
RomanceTrenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas. Sin embargo todo ese sac...