Estimada Valentía.
Hoy te reclamo por mi cobardía.
¿Qué ha pasado?
¿Por qué no puedo ser valiente?
Ayer vi a aquella persona que me retumba el corazón, y diré claramente:
Te odio Valentía, me siento como un cobarde.
¿Acaso debo ir a una escuela para aprender a ser valiente? ¿O simplemente me bastará con buscarte, valentía?
Siento que mi corazón se alza en armas; mi cuerpo y cerebro le pide que se detenga. Mi corazón no hace caso, sale y va a buscar aquello que ama. Y mi cerebro dice: «El corazón sí tiene valentía».
Luego de que perdí el corazón, comencé a entender que mi cerebro es cobarde. Mi cuerpo le reclamaba a mi cerebro, porque ya no sentía nada—cero emociones. Pero antes de que comenzaran a pelear, el corazón regresó con valentía, porque pudo encontrar el amor de su vida.
ESTÁS LEYENDO
Una Gotita
PoetryNo hay necesidad de una descripción cuando hablamos de poesía. Ódiame con intensión, pero recuerda, eso no es valentía. Por cada lagrima salida de ti, puedo darte miles razones para verte sonreír.