La magia

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Mientras la noche pasa y, yo, estoy acostado en la cama, puedo sentir una presión en mi pecho; cual alma quiere salir disparada en búsqueda de tu alma. Para así sentir que estamos juntos. No físicamente—de momento—pero sí mágicamente.

El universo observa atentamente, esperando un movimiento; viendo qué sucederá con el viento, y de si seremos capaces de controlar la magia del amor.

La magia se puede percibir de muchas formas, para mí es un beso bajo la luna, una mirada sutil a alguien que me encanta.

Pero, ¿si la magia no existe, cómo soy capaz de sentirla?

Desconozco la respuesta, no existimos por existir (quiero pensar yo); el amor—tanto como el odio—es magia. Debe de haber alguna razón, para explicar—al menos—qué es el amor. 

Una GotitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora