Me odio, y lo hago hasta no más poder. Es como un maremoto, que con suerte, me ayuda a estar vivo antes de quitarme la vida.
Me odio, por haber roto un corazón hermoso, de una manera trágica.
Me odio, por dejarme llevar por mis tontas dudas, por no creer que podría vencer mis miedos.
Me odio.
Creo que no merezco vivir, porque estando con vida no pude hacerle feliz.
Sí, esto es por odiarme a mí mismo que lo digo. No soy nadie para arrebatar la felicidad de nadie, menos de alguien a quien amo.
Juraré que si lees esto me perdonaré:
«Gracias por todo, por compartir un pedacito de tu tiempo, vida, y risa conmigo, y hacerme tan feliz».
Me odio, por decirte adiós. Hasta el día de hoy me sigo odiando.
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Una Gotita
PoetryNo hay necesidad de una descripción cuando hablamos de poesía. Ódiame con intensión, pero recuerda, eso no es valentía. Por cada lagrima salida de ti, puedo darte miles razones para verte sonreír.