Narrador omnisciente
A la mañana siguiente la azabache despertó temprano y se organizó para salir a su encuentro con Hakuba, se encontraba emocionada y llena de curiosidad por lo que el rubio le fuera a decir; comió algo ligero (un sandwich con café) antes de salir, pues queria llegar temprano a su ¿cita? Con el de orbes rubí ya que conocía la obsesión del chico con el tiempo. Cuando llego a la estación, compró su boleto y subió al tren del cual le escribió al ingles avisándole que iba en camino; al llegar a su destino, encontró al joven esperándola; éste se veía muy nervioso y sumido en su mundo, era como si se repitiera mentalmente lo que haría; vestía un poco informal y llevaba consigo un ramo de rosas de dos colores.
Akira: Hola Hakuba — dice alegré sobresaltando al rubio que no la había notado
Hakuba: Hola Akira bienvenida, ¿hace cuánto llegaste? — mencionó nervioso y sorprendido por la presencia de la morena
Akira: Acabó de llegar, lindas rosas ¿para quién son? — cuestionó al ver el ramo en las manos del chico
Hakuba: Las rosas son.... Para ti — dijo nervioso
Akira: Son hermosas Haku gracias — declaro abrazando al ojorubí
El rubio se tenso por el gesto de la chica, pero correspondió al abrazo, en la mente del inglés sólo se repetía el cómo lo había llamado la azabache; una pequeña risa lo sacó de su ensoñación.
Akira: Haku ¿a dónde iremos? — cuestionó al ver que el joven volvió a la realidad
Hakuba: A una cafetería, supongo que no desayunaste bien
Akira: Con lo estricto que eres con la puntualidad, comí ligero — comentó con ironía en sus palabras
Ante la declaración de la morena, el rubio rió por lo bajo pues la chica tenía razón; ambos llegaron a una cafetería cerca de la estación para ponerse al día mientras comían algo, pasaron un buen rato hasta que al ojirubi se le ocurrió llevarla al parque de atracciones. Al llegar al parque, el chico le preguntó a que juego le gustaría subir primero a su compañera; está indecisa le propone ir a la rueda de la fortuna, iniciado el juego, Hakuba se encontraba nervioso y sonrojado; así que solo optó por tomar las manos de su acompañante, ganándose la mirada curiosa de Akira.
Hakuba: Akira, quería decirte que.... Me gustas — mencionó nervioso de la respuesta de la ojimiel
La azabache había quedado sin habla, ya que nunca se imaginó que el chico frente a ella le dijera eso; pues Akira no sabía que el rubio estaría enamorado de ella. Hakuba pensando que no tendría oportunidad con la morena, cerró los ojos frustrado y dispuesto a dejarla ir; pero nunca esperó lo que hizo la chica, sólo sintió un jalón del cuello de su camisa el cuál hizo que se acercará más hacía la joven; aunque reaccionó al sentir los dulces y delicados labios de su acompañante sobre los suyos, se vieron obligados a separarse por la falta de aire.
Al separarse, ambos estaban sonrojados sin creer lo que acababa de pasar; el rubio tenía un brillo de ilusión y esperanza mientras que Akira estaba hecha un manojo de nervios.
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La hermana de Hattori
RandomLa familia Hattori estaba feliz al tener un nuevo miembro en esta, Akira llenó sus vidas de alegría; el día en que nació la pequeña niña su hermano fue quien le puso ese nombre el cual significa Con el paso del tiempo, la niña se volvió apegada a...