Cap 40

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Narrador omnisciente

A la mañana siguiente, Akira despertó tempranó y empezó a preparar el desayuno; mientras estaba picando las verduras, sintió que alguien bajaba las escaleras con desespero; cuando el dueño de aquellas pisadas hizo acto de presencia en la cocina, se dio cuenta que se trataba de su pareja.

— Buenos días, ¿dormiste bien? — cuestionó la azabache con una sonrisa

— Buenos días, sí, dormí bien, veo que madrugaste — dijo el ojirubi aliviado

— Por como bajaste las escalera supongo que te asustó no verme en mi cuarto — ante las palabras de la azabache el ojirubi desvío la mirada apenado — que lindo

Mientras el rubio ponía la mesa, Akira término con los últimos detalles del desayuno; a lo que ambos terminaron de servir, escucharon pasos provenientes de la segunda planta; luego de unos minutos aparecieron los padres de la ojimiel en la sala. Todos comían con calma, aunque el padre de la menor seguía inspeccionando al rubio con la mirada; Akira sabía que su padre no dejaría el tema hasta saber las intenciones del inglés con su hija.

 — Papá, ¿podrías dejar de verlo así? Es muy incomodo — pidió la azabache

— Solo quiero saber ¿Cuáles son sus intenciones con mi pequeña? — ante las palabras de su padre Akira suspiró mientras su esposa negaba divertida 

— Solo quiero cuidarla, la quiero mucho y no voy a permitir que nada le pase — expresó el rubio ganándose la atención del comisionado 

El padre de la chica le hizo algunas preguntas, las cuales el joven respondía sin problema alguno; así pasaron un rato hasta que el comisionado Hattori le dio la oportunidad de estar con su hija, aunque estuvierá dando un salto de fé al confiarle al ojirubi a su joya más preciada. Mientras que el comicionado Hattori se resigno dandole una oportunidad al rubio, en otro lugar, el hermano de la azabache y sus amigos terminaban de hacerle los últimos arreglos a su plan; cuando estuvo todo listo, el castaño de orbes indigos le dijo que el plan se llevaría acabo en las proximas 24 horas.

Narra Akira.

Me sorprende lo sobreprotector que puede llegar a ser mi padre, pues, aunque Saguru respondiera las preguntas sin problema alguno, yo me sentía en medio de un interrogatorio; mi padre se retiro luego de 20 minutos, para mamá era entretenido ver como papá le sacaba información a Hakuba.

— ¿Estás bien? Perdón si mi padre te incómodo —  dije apenada

— No te preoupes, él solo te cuida —   mencionó con una sonrisa calida

— ¿Ya saben que harán manaña para encerrar a ese hombre? — la pregunta de mi madre nos hizo desviar la mirada 

Era cierto, aún no sabíamos como llevaríamos el plan acabo; mientras nosotros nos poníamos de acuerdo con lo que haríamos durante la misión de captura a la araña, mi madre nos observaba con una sonrisa; podía notar en sus ojos verdes un brillo que daba a entender que ella aceptaba nuestra relación pues en los orbes esmeraldas de mi madre se reflejaba un que bonita pareja. Mi madre siempre ha sido una persona fácil de leer, por lo que me avergonce un poco por la forma pícara en la que nos veía.

Narra Hakuba

Debo admitir que me asuste por la ausencia de Akira en su cuarto, pero me alivió bastante ver que estaba en la cocina; durante el desayuno, su padre me hacia preguntas las cuales respondía para que estuviera tranquilo; sabía que solo cuidaba de su hija y era de esperar ya que si yo tuviera una hija también la cuidaría mucho. El comicionado se retiró luego de 20 minutos y 40 segundos para su trabajo, Akira se disculpó conmigo por todo lo que su padre me cuestionó, parecia apenada por el interrogatorio que recibí; le reste importancia diciendo le que no se preocupara.

— ¿Qué tienen planeado para arrestar a ese criminal? — cuestionó la madre de Akira, ambos desviamos la mirada apenados por olvidarnos de la presencia de la mujer a nuestro lado

— El plan esta hecho, pero es un poco riesgozo por el lugar en el que se llevará acabo — comenté mientras pensaba en los errores que podríamos tener, aunque mi suegra se mostró extrañada por mis palabras

— Se refiere a que será difícil, puesto que pueden haber heridos si llegamos a tener un descuido — explicó Akira con una sonrisa 

La madre de Akira nos vio preocupada y era entendible, después de todo nuestro plan no debería tener errores pero aún así los tiene; sabíamos que no sería fácil, pero tampoco podiamos dar paso atrás ya que era la única oportunidad que tendríamos para acabar con el criminal que jugó con nuestra mente y corazones.  

La hermana de HattoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora