Pequeña || COD ||

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–– Alguien está viendo lo mismo que yo? ––pregunto a su compañero si realmente veía lo mismo que el y ni fuera una ilusión por la edad y por la guerra––.

–– Afirmativo capitán ––se estaba aguantando la risa de lo que estaba viendo y grabando a escondidas––.

El gran y temible Simon "Ghost" Riley estaba siendo alimentado por una niña de 8 años que lo miraba mal cada ves que no aceptaba la cuchara de pudín que le ofrecía.

–– ¿Esta mirando para acá?––pregunto Gaz volteando a ver a Price––.

–– Así es ––Hizo un ademan en forma de saludo mientras sonría ante la cara de seriedad del hombre–– Me preguntó cuanto tardará en aceptar su nueva vida––.

Ambos miraron la mesa a la lejanía, dónde se encontraban padre e hija, uno más amargado que la otra.

–– Samantha vasta ––nego la cucharada de pudín de la pequeña la ofrecía, ya era como el quinto pudín que se comía, claro que la rubia le quitaba una que otra cucharada pero la mayoría lo comía el–– No me pongas esos ojos niña ––exclamo con autoridad al ver los ojos grandes y tiernos de su hija ––.

–– Solo una más Shi? ––le extendió la cuchara, este solo se le quedó viendo, se paró y se fue–– e-e-espera! ––salto de la silla y corrió tras su padre asta alcanzarlo–– a dónde vas? Puedo ir contigo? Por qué me ignoras? ––el hombre solo suspiro derrotado y tomo su mano haciendo que caminara a su lado ––.

–– Solo no interrumpas en lo que hago, de acuerdo? ––

–– Shi ––.

Ghost tenía que entrenar a nuevos reclutas, pero ahora su trabajo era doble, entrenar a los novatos y cuidar a Sami, dios que fue el mal que hizo para merecer este adorable karma.

Samantha caminaba feliz al lado de su padre, lo veía con admiración.

–– ¿Te puedo ayudar con tu trabajo? ––

–– No Samantha ––la menor hizo un puchero pero para el mayor no le afectaba––.

–– Eres malo papi ––.

–– Yo malo? ¿Quién fue la que me dio pudín cómo si no hubiera un mañana? ––Miro a Sami con una ceja alzada aunque no se notaba por la máscara––.

–– El pudín es nutritivo y rico ––.

–– Es todo menos eso cariño ––.

Cariño....esa palabra salió tan natural, dios la paternidad le está afectando!!, Levantó la vista para despejar su mente pero los "Awww" a lo lejos no lo dejaban.

–– ....¿Samantha cuántos años tienes? ––.

–– Tengo 8 añitos! ––sonrió feliz mientras ponía 8 deditos–– y unos meses cumplo 9! ––se puso más feliz por eso––.

–– ¿Vas a la escuela? ––.

–– ¿Que es escuela? ––

–– .... ––

Dios dale más paciencia por qué si le das fuerza la mata.

(...)

–– Muevan las piernas grupo de gusanos!! ––Hizo una pequeña pausa–– Y Samantha ––.

Desde que empezó el entrenamiento Samantha se encontraba al lado de el de hecho aceptaba que fue de mucha ayuda para la motivación de los novatos y hecho algunos de cabeza; y pues ahora dejo que la menor corriera para que así pudiera gastar energía y no lo molestará un rato, pero le salió el tiro por la culata, nuestra dulce y tierna Sami no tenía botón de apagado! Por qué ya llevaban más de 25 vueltas a la pista y ella no mostraba cansancio alguno.