Pequeña || COD ||

11

— Las heridas de Samantha están sanando bien —.

Era la segunda cita despues de que dieran de alta a Sami y volvieran a la base, cada semana tenían que ir a chequeo medico para revisar que el proceso de recuperación fuera el correcto....pero solo el físico.

— Señor, es necesario que lleve a Samantha con un psicólogo infantil, esto que vivió es un trauma para ella —golpeo con algo de fuerza su escritorio, eso ocasionó el temblar de la menor y algunas lágrimas— ella necesita terapia psicológica para poder llevar este suceso y que no le afecte en su vida futura—.

Simon solo bajo la vista hacia la pequeña que está a en sus brazos, sabía que eso le causó un trauma, pues desde que volvieron a base tenían que tener cuidado al levantar los brazos o cualquier movimiento repentino, pues la menor se asustaba y lloraba.

— El proceso será largo, pero le aseguró que todo va a valer la pena—

(...)

— No quiero! No quiero! —se aferraba a las piernas de su padre con fuerza, no quería ir a la escuela, tenía miedo—.

— Sami, pequeña tienes que ir —Jhon intentaba zafarla pero solo se aferraba más con uñas y dientes al pantalón—.

— Sami —.

— Solo si mi papá me acompaña y me se queda conmigo!!! —eso hizo que ambos hombres de mirarán—.

— Capitán no —.

— Capitán si —.

(...)

Benditos sean los ojos de las maestras al vera semejante monumento frente a ellas, El teniente Simón "Ghost" Riley se encontraba en la entrada del salón de Sami, con ropa de civil y SIN SU MÁSCARA, en su lugar un cubrebocas negro de calabera, cabe aclarar que se sentía de lo más incómodo posible, pero tenía que aguantarse por su hija, lo que un padre hace sus hijos me cae.

— emmm Sami, ¿quién es este señor? —pregunto la maestra algo asustada por la presencia del hombre y por la mirada que le dedicaba—.

— Es mi papi maestra —.

— Pequeña el no puede estar aquí, y lo sabes —levanto la mirada para pedirle al rubio que se fuera pero see arrepintió — a-aun que si quieres p-puede quedarse en el pasillo —.

— Shi maestra! —salio con su padre y le indico las diminutas bancas— ahí —.

— Estarás bien? —.

— Shi papi —sonríe feliz— Shi tú estás aquí, siempre estoy bien —le dio un abrazo y entro a su salón de clases dejando al hombre ahí en el pasillo—.

Simon suspiro algo cansado, no sabe cómo Price lo obligo a cambiarse de ropa, cambiarse la máscara por el cubrebocas y meterlo al carro para botarlo con Samantha en esta cárcel para niños.

— Mesta ese señor da mello —hablo un niño que pasaba junto con su maestra—.

.....Este será un día largo y para acabarla su cuerpo no cabía en las banquitas, lo bueno que estaba acostumbrado a estar muchas horas de pie.

(...)

La campana sonó dando a entender que la hora de comida empezó, vio como algunos niños salían corriendo con su loncheras, mientras otro se quedaban ahí en el salón.

— El señor Sully me hecho bolitas de pollo, fresas y un agüita de limon — Sami se sento a su lado con su Topper con estampado de camuflaje— Ten —le extendió una bolita de pollo o como algunos los conocen bonneles(así se escribe?) —.

— Cómo tú, yo no tengo hambre —de hecho no quería levantarse el cubrebocas—.

— Seguro? —.

— Si pequeña —le jalo la mejilla con cariño —.

— Waaaa —feliz empezo a comer disfrutando del la delicia de su comida—.

— Sami —.

— Mandé papi —.

— ¿Quienes son los niños que te molestan? —pregunto sin rodeos—.

La pequeña no emitió sonido alguno, simplemente siguió comiendo ignorando la pregunta.

— Sami te hice una pregunta —.

Silencio

— Samantha te estoy hablando —tenia que conservar la paciencia no era un soldado novato que tenía que entrenar—.

Aún que allá dicho su nombre la menor se mantenía en silencio y pequeñas lágrimas amenazaban por salir.

— Samantha Riley te estoy haciendo una pregunta —estaba empezando a molestarse por el silencio de la menor—.

— No quiero hablar de eso papi —siguió comiendo con lágrimas en sus ojitos, eso hizo que el mayor se tallara el rostro frustrado, dios era su hija no duda alguna! Es igual de terca! —.

— Está bien —volteo a otro lado notando un grupo de adultos que hablan entre ellos mientras lo veían y apuntaban a su dirección— mmmm —puso su mano en la pierna de su hija, esa acción hizo que las mujeres de aquel grupo se asustaran— ¿que mierda? — pensó al notar su actitud —.

Una de las mujeres saco su teléfono e hizo una llamada, las otras dos siguieron murmurando entre ellas, y el hombre se acerco a el de forma algo.... ¿Amenazante?.

— Señor, exijo su credencial —.

— ¿Mi credencial? —de que mierda habla está tipo—.

— Si, jamás lo había visto y por lo que veo está muy juntito con Samantha..... —su voz salió con cierto asco—.

— Haber señor, Samantha es mi hija, y ustedes me da asco al pensar que puedo hacerle algo a mi propia hija—.

El hombre se agachó asta la altura de la mento.

— Sami, pequeña, este señor es tu papá? —la rubia miro a su padre y sin dejar de comer su fresa—.

— No —.

Hija de....

(....)

El sonido de las rejas al momento de abrirse inundaron aquel lugar, dónde estamos se preguntarán?.

— Teniente, es libre y lamento las molestias —el policía se notaba nervioso, había encerrado a un teniente de las fuerzas especiales por un capricho de una niña y la desconfianza de unos padres—.

El rubio no dijo nada, simplemente camino a dónde estaba Price con una Samantha molesta.

— Estás castigada —la tomo del brazo y la arrastró fuera de la estación—.

— Ñoooo auxilioooo —se escucho a lo lejos—.

— Lamento los inconvenientes Capitán —.

— No se preocupe, aveces los niños son crueles con sus propios padres —dicho esto el también camino fuera del la estación—.

Contexto, resuelta que cuando Samantha dijo que Simon no era su hija, las madres chismosas se alteraron y llamaron a la policía, y aún que Simon intentaba explicarles que ella estaba mintiendo lo arrestaron por intento de pedofilia, pero se dieron cuenta de que había un error cuando la directora llamo a Price y este aseguro de que si era el padre de Samantha.

Y no, Simon lo golpeó a los policías, quería...pero no lo hizo.

Ahora, Samantha está castigada por mentirosa, se va a ir acostumbrando.