Capitulo 13

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   Jungkook había dado con el segundo bando contra Namjoon:

Jung Hoseok. Al parecer era mitad coreano mitad portugués y tenía un club de swingers.

Claramente yo no me iba a quedar aquí sin hacer nada.

Así que tomé un nuevo personaje Junto a mi amada ak-47 rosa.

 Una peluca larga en tonos grises adornó mi cabeza junto a un gorrito negro. Me coloqué una blusa del mismo tono del cabello y debajo lucí una pequeña falda también en negro.

Mis piernas fueron cubiertas por una malla y debajo usé esas botas de tacón que definitivamente me encantaron.

Puse en práctica mis dones para el maquillaje y me hice uno totalmente femenino.

Jamás imaginé vestirme así pero creo que me queda sensacional.

Agradecí al cielo que mi padre estaba dormido y salí cuando Jeon estaba a punto de irse ya cansado de esperarme.

Su cara al verme fue un jodido poema. Pude notar como sus pupilas se dilataron y me folló con la mirada.

— Maldición — dijo en un susurro.

Y me encantó...

   Caminé como siempre, delante de él para dejarlo ver mi culo y salimos hasta donde su motocicleta esperaba.

Me comenzaba a acostumbrar a eso.

Se montó y me dió el casco para hacer lo mismo y arrancar rumbo al centro.

— Te ves increíblemente atractivo — dijo llevando su mano a uno de mis muslos para acariciarlo de arriba a abajo — es muy suave esta tela — joder.

— Atractiva — corregí — esta noche soy una mujer. Por lo tanto trátame como tal y quita tu mano.

Sentí la vibración de su risa y antes de retirarla me dió una palmada deliciosa que me dejó con ganas de más.

Manejó súper rápido y tiempo después estábamos frente a un edificio que parecía una empresa común y corriente.

En la entrada había un vigilante — Joon Jay. Ese es mi nombre; tú te llamas Karla ¿Entendido?

— Si, Jay ¿Y qué se supone que somos?

— Eres mi mujer.

— Mmhg... Eso suena bien. Y dime, Jay ¿Qué vamos a hacer?

— Min me mandó a averiguar ciertas cosas sobre Jung. Tú decidiste que querías venir así que limitate a solo ser mi compañía.

  Sonreí burlón porque si había algo que yo odiaba eran las limitaciones y estábamos en un lugar donde podía conseguir algo de diversión por mi cuenta.

La entrada costaba 200.000 por persona y no sé de dónde mierda Jungkook los sacó pero pagó ambas.

— ¿Tienes mucho dinero? — hablé seductor en su oído cuando nos dirigíamos hacia el ascensor.

— ¿Te gusta el dinero? — respondió igual llevando su mano a mi cintura.

— Me encanta — volví a contestar pero acariciando el otro lado de su mandíbula.

— Pues estoy quebrado — susurró en mi oído y no pude evitar soltar una carcajada.

Cómo le gustaba al bastardo cagar los momentos.

   El edificio al principio tenía una recepción clásica y sin ningún chiste pero al llegar al segundo piso todo se volvía una locura y los colores claros que habían al inicio desaparecieron.

Inside your skin - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora