Inside your skin - Kookmin

Capitulo 10

  "Un peligroso asesino suelto"
Genial, solo eso le faltaba. Maldijo el día en el que se le ocurrió guardar los archivos de las personas a las cuales había asesinado ya que por eso la policía sabía que era un sicario.

Iba sumergido en sus pensamientos sin notar el momento en el cual recostó su cabeza en la espalda de Jungkook. Sin duda el olor de su perfume era relajante y atractivo.

Al darse cuenta de su posición, se retiró rápidamente y miró a otro lado con las mejillas rojas.

No era momento para esas mierdas, pero necesitaba tanto follar.

El dolor en su pantorrilla lo hizo quejarse, recordándole su herida, pero no dijo nada...

   Fumaba de un cigarrillo mientras caminaba tranquilamente por la calle.

  Eran al rededor de las 3:30 AM cuando salía de aquel bar. Había bebido lo suficiente como para sentirse mareado pero no tanto como para perder el conocimiento.

  Un hombre detrás de él comenzó a decirle cosas:

— ¿A dónde vas, cariño? ¿Quieres compañía?

  El rubio volteó a mirarlo a ver si valía la pena pero era un tipo asqueroso — Déjame en paz y lárgate — dijo para seguir su camino.

— Que buen culo tienes ¿No estás interesada en pasar un rato conmigo?

— Soy un hombre, maldito imbécil — respondió sin mirarlo mientras fumaba.

— No mientas, chiquita.

— A ver — se volteó ya harto y tras dar una última calada, lanzó el cigarrillo al piso — chiquita la has de tener. Te dije que me dejaras en paz y sigues con esa mierda.

  El hombre en estado de ebriedad sacó un arma y le apuntó — Bajate el pantalón, quiero ver si de verdad no eres una mujer.

  Jimin se rió y decidió seguir con su camino pero un disparo lo hizo detener — Te hablé — repitió aquel sujeto y el rubio vió como comenzaba a salir sangre de su brazo. La bala había pasado muy cerca y le había abierto una herida.

  Pero gracias al alcohol en su sistema no sintió el dolor de inmediato — ¿Qué demonios te pasa? — lo miró con ojos abiertos y comenzó a caminar hacia él.

— No me gusta que me ignoren.

  Con agilidad le quitó en un pestañar el arma al otro hombre y se la colocó en la cabeza — ¿No entiendes lo que significa no?

  El contrario se rió y llevó su mano hasta la entrepierna del más bajo y le dió un apretón — Oh, es cierto. Tienes pene... No importa, puedo follarte el culo, pequeña zorra.

  Y esa fue la primera vez.

  La primera vez que Jimin asesinó a alguien.

  Su dedo solo apretó el gatillo y la bala salió — Maldito bastardo — una vez el cuerpo cayó al piso le disparó dos veces más — a los enfermos como tú hay que matarlos para que no crean que pueden ir por la vida acosando a la gente y tocando sin consentimiento.

  Respiraba erráticamente hasta que escuchó unos aplausos lentos en su espalda.

  Volteó, apuntando con la pistola y vió a otro hombre, pero este iba vestido de traje; llevaba el cabello negro hacia atrás y una sonrisa de satisfacción — Eso fue excelente — habló con voz tremendamente grave.

— ¿Qué quieres? — lo miraba con ojos entrecerrados sin bajar la guardia.

— Soy Kim Namjoon y quiero ofrecerte un trabajo...

  — Llegamos.

— ¿Eh?

— A casa de mis padres, necesito que te bajes de la moto.

— Sí. Perdón

— ¿Estás bien?

— No es tu problema — entró a la casa y dejó a un pelinegro confundido.

— Está loco — suspiró antes de seguirlo.

  Al caer la noche y cenar algo de lo que Jungkook había comprado se fueron a sus cuartos.

Jeon debía volver en la mañana a la ciudad para cumplir con su trabajo.

Se levantó a las 5 AM y se preparó para irse, pero antes debía avisarle a Jimin.

Abrió con cuidado la puerta de la habitación que le había otorgado y lo vió sentado en la cama tratando de limpiar la herida de su pierna. Eso le alarmó y corrió a ayudarlo — ¿Qué crees que haces?

— Me duele — dijo de mala gana.

— Hay que desinfectar. No te muevas — salió rápido por su botiquín y de inmediato se arrodilló para limpiarle el área con gasas y algo de alcohol — puedes con esto — dijo antes de aplicar el algodón.

Jimin ahogó un grito y mordió su propia mano — Joder.

— Shh... Está bien, eres fuerte.

  La forma tan suave y varonil con la que le hablaba le hacía olvidar el dolor por un momento y otro tipo de pensamientos venían a él.

Quitó la sábana que cubría el resto de su cuerpo para dejar sus dos largas y fuertes piernas a la vista del mayor; usando solamente un boxer blanco.

La mirada de Jungkook fue inmediatamente hacia ellas y tragó saliva detallando lo blancas y tersas que se veían. Jimin sonrió al saber que había logrado su cometido.

Jeon terminó de limpiar y se puso de pie para pasar a la del hombro — Esta se ve muy bien, no tiene infección ni inflamación.

Al limpiar, el rubio gimió fingiendo dolor pero solo buscaba provocarlo.

— ¿T-te duele? — estaba sudando ante los gemidos suaves que el más bajo hacía. Debía terminar rápido o tendría una erección imposible de ocultar.

— Me gusta el dolor — confesó mirándolo a los ojos con un rostro indescifrable.

— ¿Qué tanto?

— Averígualo tú mismo.

Joder, el cuarto estaba emanando calor a través de sus cuerpos y sus egos estaban luchando para ver cuál se rendía primero.

Jungkook aclaró su garganta y habló, colocando una nueva venda — Vendré por la noche y te traeré noticias.

— ¿Pretendes que esté todo el día encerrado en esta casa? — lo miró con la ceja elevada.

— O puedes salir y entregarte a la policía.

— Imbécil.

— En eso nos parecemos.

— Idiota.

— Histérico.

— Vete a la mierda.

— Ya estoy aquí.

Jimin abrió la boca ofendido pero a decir verdad le dió risa — Ya lárgate.

— No me extrañes tanto.

— No lo haré, eres insoportable.

Jungkook salió del cuarto con una sonrisa.

Ese pequeño lo iba a volver loco.

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