The Wolf And The Raeven

23

Después de que Tyler nos atacara, que dejase devastada a Merlina, a mí con un labio roto y dejando fuera de combate a Bianca.

Nos escapamos. Cargué a Bianca dejando incluso atrás nuestras mochilas, en todo el camino de regreso a casa de Merlina hubo silenció absoluto.

El cielo que hasta esa hora era soleado paso a uno nubloso y gris en cuestión de minutos.

Sin saber qué hacer, con un plan o algo.

De nuevo nos estancamos en un maldito callejón sin salida.

Al tocar puerta y entrar derrotadas los padres de Merlina entendieron todo a la perfección. Deje a Bianca sobre el sillón, antes de decirle algo a Merlina vi como subía rápido las escaleras y se cerraba a todos.

Eso fue hace ocho malditas horas. Horas en dónde trate de localizar al señor Galpin, pero el maldito no solo no respondía sino que llegó a apagar el celular.

Sin olor pues de que lo cubrirán con ese estúpido café o incluso con perfume y sin pista alguna ¿Qué debería hacer, ir a buscarlo a su casa y retarlo a un duelo?

-Creo, es hora que hables con ella- dice el señor Addams dándome una palmada en la espalda -Nosotros veremos a tu amiga-

-Bien... Deséenme suerte-

Dejo la sala y subo las escaleras. Cada paso me lleva a dudas, pensamientos fugaces que no llegan a nada.
¿Qué se supone le diga? Sé que los señores Addams confían en mí para darle soporte a Merlina, pero sé que. Al verla en este estado, yo terminare peor que ella.

Llegó a la puerta, tocó esperando una respuesta. Nada.

-Merlina- llamo apenas -¿Puedo pasar?-

-¿Para qué, no sé supone que me logras escuchar?-

-No siempre es así. Los lobos somos curiosos, sí. Pero sé que es un momento delicado. Por favor-

Pasan los segundos hasta que la puerta se habré. Entro y la veo sentada en su silla, está mirando hacia su cama sin la intención de mirarme siquiera.

-¿Quieres hablar?- pregunto cerrando la puerta, camino hasta ella y me siento frente su vista para obligarla a verme.

-... ¿Sobre qué?- pregunta con rudeza.

-No sé ¿Cómo te sientes, Tyler?-

-Tyler- repite rascando su escritorio -¿Viste lo que pasó, no? Se supone que era mi amigo-

-Y también el mío. Entiendo lo que sientes-

-No sabes lo que siento- sus palabras causaron un escalofrío en mí. Sus molestos ojos y ese ceño -Lo conoces de dos meses como mucho, yo toda mi vida ¿Cómo crees que me siento?-

-Obviamente mal. Merlina, entiendo estás molesta y dolida-

-¿Dolida?- pregunta levantándose con agresividad -Mi mejor amigo intento matar a mi hermano, resultó ser un asesino serial. Y tú ¿¡Tú me preguntas si estoy dolida!?-

-Sí, sí. Lo hago, por qué sé que la chica que amo tiene bastantes conflictos al ser directa con sus emociones- me defiendo haciendo lo mismo que ella, encarándola con nerviosismo pues ver cómo sus ojos de poco en poco sé llenan de lágrimas me lastima -Así que, lo diré de nuevo ¿Cómo te sientes?-

-¿Por qué de nuevo eso, Enid?-

-Porque llevas casi ocho horas así- respondo tratando de tomar sus manos, pero ella solo las aparta -No te pude proteger Merlina. Y no solo no quiero que pase de nuevo, sino que me niego a aceptarlo. Por favor, solo. Dime las cosas-