Cien criminales adolescentes enviados a un mundo expuesto a la radiación ¿Qué podría salir mal?
Avery Fray se había visto obligada a sobrevivir desde que era una niña pero cuando la envían a ella junto con noventa y nueve jóvenes más a la Tierra sin...
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Avery sonrió cuando llegó con Octavia, estaban frente a un lago y el agua estaba lo suficientemente clara para que pudieran ver el fondo, ni siquiera se percató cuando la chica empezó a desvestirse para poder entrar al agua.
— ¿Qué esperas Avery?
— Octavia, no sabemos nadar — Las palabras de Monty resonaron en la cabeza de la pelirroja pero no importaron porque ella ya había saltado.
— No, pero si caminar — Dijo la castaña parándose para que vieran que el agua no le llegaba más allá del pecho.
— Un momento, no debería haber un río aquí.
— Tu mapa debe tener cien años Clarke — Dijo la pelirroja mojándose el cabello — Muchas cosas cambian en cien años.
Los demás empezaron a quitarse los zapatos para poder alcanzar a las dos chicas mientras ellas jugaban con el agua sin prestar atención a su alrededor.
— ¡Chicas, salgan del agua! — Avery giró su cabeza para ver lo que Jasper veía, el agua a lo lejos comenzaba a moverse dando a entender que había algo ahí dentro con ellas, no lo pensó dos veces cuando corrió a la orilla y sacó su cuerpo del agua — ¡Octavia, sal del agua!
Ninguno sabía qué demonios era pero tenía sujetada a Octavia y estaba sacudiéndola de un lado a otro.
— ¡Hagan algo! — Grito la chica mirando a Octavia gritar — Hay que sacarla.
— Si la distraemos la soltara — Dijo Clarke — Ayúdenme.
Todos empezaron a lanzar piedras al lago pero no parecía ser suficiente para que el monstruo quitara su atención de Octavia. Avery miró desesperada a su amiga y las palabras de Bellamy resonaron en su cabeza.
Cuídala.
No lo pensó dos veces antes de volver a saltar al río esperando que el monstruo soltara a Octavia y para bien o mal así fue y Jasper no perdió el tiempo para entrar y sacarla.
Avery cerró los ojos lista para el ataque del monstruo pero nunca llegó en su lugar Finn fue más rápido y gracias a que estaba cerca de la orilla pudo sacarla rápidamente. Las dos chicas respiraban rápidamente totalmente empapadas.
— Es la idea más estúpida que pudiste tener — Dijo Finn ayudándola a sentarse.
— Pero funcionó — Se excusó tratando de controlar su respiración — Me salvaste Collins, supongo que podemos empezar a considerarnos cercanos.
A pesar de su pierna Octavia se lanzó a abrazar a la pelirroja aún con la respiración hecha un asco.
— Te arriesgarte por mí, no sé si volver a abrazarte o matarte.
— Prefiero la primera además si esa cosa no me mataba estoy segura de que tu hermano sí.
Clarke había vendado a Octavia con un pedazo de la camiseta de Jasper, no era la gran solución pero funcionaba, habían decidido pasar la noche ahí serviría para que la castaña se recuperará y obtuvieran más fuerzas quizá no era lo más cómodo pero nadie se quejó.
