Cien criminales adolescentes enviados a un mundo expuesto a la radiación ¿Qué podría salir mal?
Avery Fray se había visto obligada a sobrevivir desde que era una niña pero cuando la envían a ella junto con noventa y nueve jóvenes más a la Tierra sin...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Avery apenas había tenido tiempo para dar un respiro cuando avisaron que había movimiento en el muro así que no tardó en correr para ver de qué se trataba y fue la primera en salir cuando avisaron que eran Finn y Clarke.
— ¿Dónde demonios se metieron? — Golpeó el pecho del chico antes de abrazarlo.
— Oímos una explosión ¿Qué pasó?
— Murphy, eso paso.
No pasó por desapercibido que habían llegado solos y no con Monty pero cuando Clarke dijo que nunca habían visto a Monty mientras estuvieron con los terrestres todos se preocuparon por él chico.
— Hay que irnos ya, todos nosotros.
— ¿De qué hablas Finn? — Avery lo miró con las cejas fruncidas — Hay que buscar a Monty.
— Avery no, hay un ejército de terrestres más de los que hemos visto y vienen por nosotros ahora -— Comenzó a contar el Caminante — Hay que empacar lo que se pueda y huir.
— ¡No lo haremos! — Declaro Bellamy — Sabíamos que eso pasaría.
— Bell no estamos preparados — Opino Octavia.
La menor de los Blake miro a Avery esperando que la apoyara y que su parte racional no hubiera desaparecido en el momento en el que entro a la nave con Murphy armado, ambas habían entrenado lo suficiente con Lincon para saber que los terrestres además de superarlos en número eran más fuertes y estaban mejor entrenados sin embargo la pelirroja tenía que aceptar que no quería irse.
Por primera vez en mucho tiempo sentía que tenía un poco de control en su vida, no importaba cuantos problemas hubieran el campamento era suyo y no estaba dispuesta a abandonarlo tan fácilmente.
— ¡Tenemos tiempo para prepararnos! — Insistió el castaño — ¿Adónde iremos? ¿Dónde estaremos más seguros que detrás de estos muros?
— Hay un océano al este, ahí van a ayudarnos...
— Vieron a Lincoln — Afirmo Octavia con alivio mezclado con preocupación.
El terrestre aún no se había ido y no podía negar que estaba feliz de la posibilidad de volver a encontrarse con él pero tampoco podía olvidar que ayudarlos a ellos convertiría a Lincoln en un traidor para su pueblo y el hombre ya le había dicho a ella y Avery que hacían con los traidores.
— ¿Esperan que confiemos en un terrestre? — Pregunto el castaño con incredulidad.
— Sabes que él es diferente.
— Eso no cambia el hecho de que este es nuestro hogar ¡Lo hicimos de la nada con nuestras manos! Nuestros muertos están sepultado allá en este suelo ¡Nuestro suelo! Los terrestres creen que pueden quitarnos eso, creen eso porque venimos del cielo y no pertenecemos aquí — Todos miraban atentamente a Bellamy — Pero tienen que notar un hecho importante ¡Estamos en el suelo ahora! ¡Y significa que somos terrestres!
