𝔔𝔲𝔦é𝔫 𝔏𝔬 𝔇𝔦𝔯í𝔞?

Capitulo 11❄️

El cielo estába apenas aclarando cuando entre en esa cueva, Obito estába despertando, lo deje caminar solo y poco a poco se fue acercando a sus hermanos.

—Crei que ya no los vería de nuevo chicos— Decía Obito haciéndose el fuerte.

—Nosotros creímos que por fin nos habíamos librado de ti— Le contesto Shisui con los ojos aguados.

—Pero parece que esa piedra no fue suficiente— Sasuke intervino en la conversión, una lágrima ya lo había traicionado.

—Estamos hablando de Obito— Dijo Itachi con voz estrangulada.

—Eres un Uchiha después de todo.... ¡Ven aquí idiota!— Le dijo su hermano mayor extendiendo sus brazos y poniendose a su altura.

—¡HERMANO!— Gritó Obito, corriendo al encuentro de los vampiros, los cinco se vieron envueltos en un abrazo mientras lloraban.

—No te voy a dejar solo de nuevo— Le prometió Madara.

—¿Que fue lo que pasó? Es decir la piedra, yo creí que...—

—Y lo hizo Itachi, yo creí que ya estaba muerto, pero luego sentí a Sakura junto a mí..... Y me sentí tan seguro.... Lo siguiente que supe fue que la roca se había convertido en flores y ella me curaba, luego me quedé dormido sobre su espalda después de haber tomado su sangre.—

❄️

Sakura

El en cielo se alzaban incontables estrellas, había decidido pasar aquí unas noches, hasta que Obito estuviera en condiciones de viajar de nuevo, además, solo falta un día y estaremos en la costa, en esa aldea mixta.

Los niños no paraban de darme las gracias, en especial Obito. Llevamos aquí dos días y los chicos la han pasado genial, ahora están durmiendo profundamente.

En estos dos días Madara se ha acercado muchas veces, tratando de pedirme disculpas, pero cada vez que veo que habré la boca, hago que la cierre de nuevo, no lo quiero escuchar.

Me dirijio al río dispuesta a tomar un baño, cuando escucho una insufrible voz a mi espalda.

—¡Sakura, por favor dejame hablar contigo!—

—No te quiero escuchar Madara— Luego de haberlo dicho me di la vuelta y lo ví al rostro, internamente me sorprendió un poco, pero mi cara no lo demostró en lo absoluto, el tenía ojeras y se notaba un poco ansioso, era de esperarse, no he dejado que beba de mi sangre en estos días.

—¡Lo se! Pero aún así yo....—

—¿¡Tu que!? —Alcé mi voz un poco a causa del coraje.

—Yo lo siento.... yo pagué mi frustración contigo, me sentía impotente porque no pude hacer nada por Obito, y no me estoy justificando, sé que fui un verdadero idiota, perdóname.... Por favor— Cada palabra fue sincera, lo observé por un momento, decidiendo que haría, al fin suspiré derrotada.

—No esperes que yo me disculpé también, porque no lo haré.... En verdad fuiste un idiota.—

El no dijo nada solo se acercó a mí y acaricio mi rostro con una de sus manos, nuestras miradas se mantuvieron, hasta que fuimos acercándonos y el espacio dejo de existir entre nosotros.

Me apretó más contra el, mientras el beso se hacía más intenso, la forma en que me besaba era demandante y hambrienta, su lengua recorrió el interior de mi boca, provocando un gemido de exitacion de mi parte, hecho que volvió loco al vampiro, nos separamos por falta de aire y me deje caer sobre su pecho, el me envolvió con sus brazos y nos dejamos caer cerca de la orilla del río.

—Sakura yo... Es decir...—Estába muy nervioso, solo me límite a verlo con una pequeña sonrisa. Suspiró y luego volvió a verme decidido —Me gustas Sakura, desde la primera vez que te vi, y... Y he tratado de no hacerlo, pero no puedo... Te quiero.—

—Yo también te quiero....— Pero no pude terminar de hablar porque el me besaba nuevamente.

Poco a poco nuestras ropas se fueron despidiendo de nuestro cuerpo, el me hacía sentir única, recorrió todo mi cuerpo con descaro, sus ojos eran rojos como la sangre. Con su boca capturó uno de mis senos, haciéndome gemir cómo loca. Estaba tan extasiada por lo que me hacía sentir que no me di cuenta cuando introdujo sus dedos en mi, haciendo que me estremeciera bajo el.

—Estas tan mojada Sakura—El tono que uso hizo que me calentará más de lo que ya estába.

Me volvió a besar sin sacar sus dedos de mi interior, fue el beso más sádico de mi vida, sus movimientos en mi vagina se incrementaron más, hasta que sentí como un orgasmo violento se apoderaba de mi. Y sin ninguna delicadeza  me penetro violentamente.

—¡Ahhhhhh! Si Madara! No te detengas!—

—No lo haré preciosa—

El sudor cubrió nuestros cuerpos, este vampiro era una bestia insaciable, con una de sus manos me giro, mi tracero quedó expuesto ante el, con una de sus manos tomo las dos mías por detrás de mi espalda, y agarró mi cabello con la otra, abriendo mis piernas con su rodilla en el proceso. Si antes creía que  mi Vampiro era una bestia, estaba equivocada, el entro en un delirio total mientras me cogia de forma salvaje.

—¡Di mi nombre! Me exigió, casi no reconocía su voz empañada por la lujuria, ese fue mi límite, un orgasmo arrasador se hizo presente en mi.

—¡Ahh Madara!—Sentí como él se corrió dentro de mi, de forma violenta, mi cuerpo me dolía, ya no sentía mis piernas.

Estábamos exhaustos a la orilla del río abrasados —Sakura, no te pienso dejar ir nunca más—

—No quiero que lo hagas—

Tomamos un baño juntos a la luz de la luna, la noche era nuestro confidente, hicimos el amor una vez más, y luego fuimos a la cueva con los niños y dormimos abrazados toda la noche.... O lo que restaba de ella.