Algo Pasajero

Veintiuno

Alexandra

El dia de una fiesta con todos mis compañeros de clases se acerca, es algo tradicional, el año que viene ya sera el último año escolar, este viernes finaliza las clases, y el sabado sera la dichosa fiesta.

Sinceramente no me siento con animos, de apoco voy asimilando que mi prima que llegue a considerar una hermana mas, esta en prisión, y luego el hecho que acusaron a Sheyla por meterse conmigo cuando todo fue bajo consentimiento y supervisado por mis padres al final.

El hecho que hace unos dias atras me enfrente a un asesino queriendo sacarme información.

Ya son hechos graves como para mi edad, vaya adolescencia estoy viviendo desde que conoci a Sheyla, pero no me quejo ella me salvo de que Belen me pudiera hacer algo peor a mi y a mis padres, quienes le habrian confiado sus cuentas bancarias y ella solo pretendia sacarles dinero para huir del pais dejandonos en quiebra.

Todo el dia me la pase afuera de mi casa, pero siempre siendo vigilada el doble, uno por los policias que el oficial me puso para evitar otro secuestro y el dos que seria las personas que contrata Sheyla por cualquier cosa, solo que eso es oculto y la policia no aprueba ya que solo son complices mas de ella.

Estoy caminando cerca de un parque, a lo lejos veo chicos sentandos en una banca, que claramente son los hombres de Sheyla, solo que estan ocultos como personas normales.

Es de noche y por supuesto que no me dejaran sola, detengo mi caminata al ver una casa abandonada, siempre me llamaron la atención las infraestructuras abandonadas.

Entro en la residencia que no tiene ni una cerca ni nada que cubra sus alrededores, puedo sentir la mirada de los chicos sobre en mi a mis espaldas pero no me importa.

Camino por los alrededores de la casa viendo si hay algun alma viviente pero nada, estando segura abro la puerta que hace un sonido ruidoso al abrirse.

Saco mi celular para prender la linterna y entrar, hay algunas telarañas en las esquinas, pero se ve interesante, la casa no es grande, mas bien solo tiene una habitación y un pequeño patio trasero.

Llego a lo que seria la cocina, mirando los cajones cuando miro al frente veo que hay una iluminación de mas, que no es de mi celular, me giro para ver que es y suelto un grito.

Una silueta que no distingo muy bien esta sosteniendo un arma apuntandome, en su otra mano tiene una linterna iluminando mi cara.

–¿Que carajos? -la silueta habla y su voz es femenina, una voz que me resulta familiar-

Ella baja el arma, y se apunta a si misma con la linterna iluminando su rostro.

¿Pero que?

–¿Sheyla?

–¿Alexandra?

Escucho fuertes pisadas acercarse a nosotras, pero Sheyla no despega su vista de mi para ver quienes son.

–¿Señorita se encuentra bien? -uno de los chicos de Sheyla entra a la cocina y miran a Sheyla-

–Soy yo -le mira a ambos- esta bien, dejenme a solas con ella

Los chicos obedecen bajando sus armas y saliendo de la casa.

–¿Que haces aquí? -nos preguntamos al mismo tiempo, lo cual nos hace reir-

–Aver, yo estaba fumando un cigarrillo en esta casa abandonada que encontre y llegas tu aqui ¿Me estabas siguiendo?

–¡No tenia idea que estabas en la ciudad!

–Vaya coincidencia

–¿Por que no me dijiste que venias?

–Queria verte, pero desde las distancias, no es seguro que te hable y mas que la policia de vez en cuando te siguen