Él está muerto

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Advertencia: Esta obra contiene menciones de suicidio, relaciones tóxicas, asesinato y abuso infantil. Lea bajo su propia responsabilidad.

❄️

Cuando eran más jóvenes, Jungwoo adoraba el misterio y el terror.

Con los más suaves y ligeros pasos que un niño de doce años era capaz de dar, solía escabullirse a la habitación de su hermano mayor por las noches con una simple misión oculta bajo esos brillantes ojos cafés. Con un salto, se mezclaba entre las finas sábanas antes de despertar a quien sería, quizás, su persona favorita en el mundo.

—Préstame tu colección de películas, Doie —Solía pedir con una voz tan aguda como imprudente. Sus rodillas parecían hundirse más en aquel esponjoso mueble a medida que pasaban los segundos. Una sonrisa discreta inundaba con sinceridad su pequeño rostro antes de continuar hablando con cierta malicia juguetona en el tono de su voz—. Pero no le digas nada a mamá y a papá. Que solo sea un secreto entre nosotros dos.

En el frío silencio que inundaba aquel espacio, los suspiros de Doyoung se hacían sentir con cuidado. La presión del movimiento se desplazaba a lo largo de la cama mientras el mayor se enderezaba con lentitud.

—¿Tienes idea de qué hora es? —Preguntaba con un tono pesado y soñoliento.

—No, pero... ¿acaso importa? —Ampliaba su sonrisa antes de volver a hablar—. Cuéntalo como una reunión entre mejores amigos, ¿está bien? Que sea como una pijamada.

Y con esas simples palabras, Doyoung siempre procedía a disponerse completamente a las órdenes de su hermano menor, sumergiéndose en el mundo del suspenso y del horror durante las noches más frías y las sombras más monstruosas. Jungwoo era, quizás, la persona más importante para Doyoung en su vida. Sin importar la diferencia de edad o el choque entre sus personalidades que, en ocasiones, molestaban de más al mayor, Doyoung sabía perfectamente que el sentimiento era recíproco. No necesitaba confirmación alguna para saber que su hermano daría la vida por la suya y viceversa. La calidez que significaba la presencia de Jungwoo incluso en sus días más apagados era una sensación que deseaba que no se terminara jamás.

Pero ahora, él ya no estaba.

Kim Jungwoo había muerto.

Y no solo había muerto, sino que se había suicidado.

Un remolino de sensaciones pareció hundirse en su estómago con fuerza con tan solo ver el ataúd de color caoba que ahora contenía el cadáver de quien alguna vez había sido la persona más importante de su vida. De sus ojos, de un tono rojizo y notablemente húmedos, brotaban cientos de lágrimas que, sin importar cuánto intentara parpadear para eliminarlas, simplemente no podía. Su corazón latía con una emoción enredada que parecía traicionarle desde lo más profundo de su ser.

A su lado, su tía Kim Taeyeon estaba igual de devastada. Después de haber perdido tanto a su hermana como a su cuñado en un trágico accidente hacía ya bastantes años, había sido la única capaz de sacar su rostro por el resto de la familia.

Pero ahora, su sobrino también había muerto.

Ahora, eran solo Doyoung y ella.

El corazón de aquel chico se arrugó con ese simple pensamiento. Su pecho se hundió en una mezcla de desdicha y tristeza que no hacía más que aumentar con el pasar de los segundos. El silencio que inundaba el cementerio solo era interrumpido por los sollozos y las lágrimas que caían con dedicación ante la visión de un pariente fallecido. ¿Cómo se suponía que viviría ahora sin su hermano? ¿Cómo sería capaz de levantarse todos los días sabiendo que él ya no iba a estar más de su lado?

Entre suspiros y lamentos, Doyoung no fue capaz de notar al instante al hombre que, desde la distancia, observaba con cuidado cada una de sus acciones.

—¿Es él? —Preguntó el castaño con las manos cuidadosamente colocadas en sus bolsillos. A pesar de que estaba hablando, no parecía haber nadie capaz de escucharlo—. Sí, ya me lo imaginaba —Continuó, soltando un suspiro antes de volver a abrir los labios—. Ahora, ¿puedes repetirme lo que sucedió en tu habitación y por qué dices que fue un asesinato?

Y con ello, una horrible historia estaba a punto de iniciar.

engaños ও johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora