december. // soogyu.

04

La conversación entre Taehyun y Soobin continuó y se hizo más larga de lo que se pensaba que iba a ser, ambos estaban muy felices de verse nuevamente y Soobin sintió que su ánimo estaba mejorando un poco por las lindas energías que Taehyun. Beomgyu se quedó sin hablar durante toda la conversación de Kang y Choi ya que no tenía nada que aportar, y tampoco conocía del todo a Soobin para desenvolverse cómo normalmente lo hacía con Taehyun.

Para su suerte, Soobin ya se tenía que ir, y Taehyun no lo pudo acompañar porqué tenía una charla pendiente con su mejor amigo.

—gracias a dios ya se fue— dijo Beomgyu, elevando sus cejas y dando vuelta a sus ojos de forma antipática.

Pero recibió un pequeño golpe por parte de Taehyun.

—grosero– gruñó en forma de regaño. —ahora vamos, te acompaño hasta tú casa—

—¡es que no puedes traer a alguien desconocido sin avisarme y mucho menos puedes traer a Soobin sin avisarme!—

—ñiñiñi, sigue quejandote Beomgyu, lo hice por su bien, y es bueno que vea más personas aparte de mí, por eso también lo llevé a la cafetería, si no, te hubiera cancelado para irme con él a otro lado—

Beomgyu lo miró con enojó y sin comprender realmente el por qué Taehyun era así.

—¿acaso te gusta Soobin?— le pregunto Beomgyu, aún con confusión en su mirada.
Taehyun soltó una pequeña risa al encontrar aquella pregunta y situación divertida, ya que su madre le había preguntado lo mismo está mañana.

—no, no me gusta Soobin, Beomgyu... es sólo que, de verdad quiero ayudarlo a sentirse mejor. Hyuka sufría mucho cuándo lo veía triste, y quiero que se vaya y descansé tranquilo, porqué se que él sigue aquí, mirando a Soobin a diario...—

Beomgyu no respondió, y sólo se quedó pensando en aquello que le había dicho su amigo.

Llegaron a casa del mayor y se despidieron; Taehyun se dirigió a su casa y Beomgyu se quedó pensando; encerrado en su mente.
Él realmente no tenía razones para odiar a Soobin, y la verdad, no le gustaba la idea de odiar a alguien sin razón, así que sólo se sentó en el sofá de su sala con un té de ciruela en la mano mientras pensaba en cómo ayudar a Taehyun.

Tenía que ser razonable, por eso debía dejar de ser tan infantil en "odiar a soobin" y en vez de eso, ayudar a su mejor amigo con su misión.

. . .

Beomgyu se quedó dormido en su sofá de tanto pensar. Despertó aturdido puesto que se había dormido en una posición no muy cómoda que dígamos. Se levantó a tomar una taza de café y tomó su celular, revisando todas sus notificaciones.

Por otro lado, estaba Soobin, quién recién había despertado igualmente. Para su suerte, hoy era un buen día, y su madre estaba muy feliz de que fuera así; extrañaba ver esa sonrisa tan bonita que tenía su hijo. Su padre también estaba muy contento de ver a su hijo feliz, o por lo menos con un mejor ánimo que antes; entendía lo difícil que sería para él ahora que Hueningkai no estaba, pero esperaba poder ayudarlo en todo lo posible para que las cosas no fueran tan difíciles.

Soobin era una persona que a pesar de estar triste algunas veces sabía cómo convivir con su tristeza y sabía cómo no abrumarse al sentir emociones relativamente fuertes.

Aprendió a sentirse y estar solo.

Lo cuál era algo normal, porqué cómo antes se había mencionado, su vida social se limitaba solo y únicamente a Hueningkai y Taehyun, cosa que no le afectaba en lo más mínimo.

Le gustaba pasar tiempo a solas; tiempo consigo mismo. Adoraba pasar sus tardes en su habitación leyendo algún libro que le proporcionará una dosis de emociones y serotonina diaria, viendo The Big Bang Theory o Steven Universe y escuchando sus canciones favoritas para poder así tener un ambiente perfecto para su tiempo a solas.