Después de un par de días planear el viaje a San Juan. Prepararon sus equipajes. Martín colocó el equipaje en la camioneta; Isabel llevaba sus cámaras fotográficas profesionales digitales y Martín sólo lleva su computadora portátil (y claro ambos llevaban sus smartphones). Isabel había insistido, que sería mejor su camioneta para el viaje que el auto de Martín.
Mientras salían de San Salvador, se percataron que San Juan no aparecía en el mapa de Google y que sólo aparecía el cerro Jocoltique. Tal vez, porque San Juan era un pueblo demasiado pequeño como para figurar en aquel mapa del buscador más utilizado en el mundo o porque simplemente Google lo paso por alto. Pero Martín recordaba las palabras de su alumno: luego pasaríamos por la ciudad de Las Palmas hasta llegar a un Pueblo llamado San Juan. La ciudad de Las Palmas sí aparecía en el mapa de Google.
Después de casi tres horas de carretera llegaron a la ciudad de Las Palmas. Al estar en aquella ciudad, daba la impresión de estar en la capital.
—¿Cómo es posible que ese pueblo no aparezca en el mapa de Google si es más viejo que esta ciudad? —dijo Isabel que miraba por la ventana tratando de ubicar algún rotulo que indicara la dirección al pueblo.
Aquella ciudad era moderna: calles bien asfaltadas, muchos edificios y pequeños negocios por doquier.
—Sería más fácil encontrar un MacDonald's que ese pueblo. — Continuó Isabel.
—¡Tú sí que me sorprendes! —dijo Martín mientras señalaba con su dedo índice izquierdo a Ronald MacDonald sentado en una banca. Estaban pasando frente a un restaurante MacDonald's en ese momento. Isabel suspiró y se cruzó de brazos riendo por la irónica coincidencia, Martín también soltó una carcajada por ello.
Luego mientras Martín viraba en una intersección, notó al girar, a dos extraños tipos vestidos de camisa formal roja, pantalón y corbata negra. Era imposible perder de vista a aquellos individuos. Aunque sólo fueron unos segundos, logro ver aquel símbolo «¡Pero que rayos...!» era imposible ignorarlo. Los hombres tenían aquel símbolo en la corbata; era una estrella de cinco puntas, un pentagrama, este se encontraba dentro de una llama de fuego, estaba finamente bordado.
De pronto, Martín escuchó una voz a lo lejos que le hizo volver.
—¡Cuidado! —Gritó Isabel mientras tocaba el hombro de Martín.
Martín miró hacia el frente rápidamente y freno de golpe, los neumáticos de la camioneta rechinaron justo a unos centímetros de chocar con un camión repartidor de Coca-Cola que pasó a toda velocidad.
Isabel se quedó sin habla, mientras que Martín asimilaba que casi estuvieron a punto de chocar por descuidarse al conducir, vio por el espejo retrovisor para localizar a los tipos, sin embargo, ya no los vio, habían desaparecido.
—¡Martín! —dijo Isabel recuperándose del susto— ¿Qué sucede? ¿Qué viste qué era tan importante? —Ella busco con la mirada lo que Martín había visto, pero sólo vio a una pareja de joven agarrados de las manos sobre la acera.
—Nada, perdona, creí ver algo.
Aquel símbolo ya lo había visto una vez en Europa «no es posible que estén aquí. Tal vez sólo fue mi imaginación» pensó.
—No sé qué te sucede, pero no vamos a llegar a San Juan, sino al cementerio —aseveró Isabel.
—Sí, lo sé. Lo siento.
Martín reanudo la marcha y avanzaron por la calle principal de la ciudad.
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En el umbral de la noche © (Martín Mizar I)
Mistério / SuspenseVarios asesinatos han sucedido de forma misteriosa en el pueblo de San Juan y sus alrededores. Un video fue tomado sobre el pueblo de San Juan captando un hecho paranormal. El profesor y psicólogo Martín Mizar decide investigar, pero al final descub...