CAPÍTULO 7Cierro el libro de literatura y lo cojo entre mis brazos para salir del aula. Es la única clase que no comparto con ninguno de mis amigos y eso me aburre. Menos mal que era la última clase del día, si no, me habría vuelto loca.
Guardo el libro en la mochila de camino a la entrada, donde he quedado con Ailén. Sin embargo, un chico de primero pelirrojo, bajito y pecoso se pone delante de mí, freno antes de chocar con él.
—¿Nos vemos esta tarde? —amplia una sonrisa.
—Hola, Luca—saludo sonriendo—. Esta tarde tengo otro alumno, creo recordar que tus días son los martes.
El pequeño de primer año se rasca la nuca con una mueca. Parece nervioso.
—¿Y no podrías darme clase después de la otra?
Abro la boca para responderle que es imposible, pero se me adelantan.
—Lo siento, chavalín—Thiago pasa un brazo por encima de mis hombros—. Está ocupada conmigo.
Cierro los ojos negando con una sonrisa. Tenía que llegar él para arreglar las cosas. Luca es mucho más bajito que Thiago, pero levanta la cabeza con una mueca de reproche y parece querer encararlo.
Sin embargo, el grupo de amigas de Tamara, encabezado por la abeja reina, pasa por nuestro lado y sueltan leves risas interrumpiendo.
—Vaya, Jess—se burla mientras pasa de largo—. No sabía que también te ponían los renacuajos.
Ignoro el comentario y le doy un suave codazo a Thiago. Debería aprovechar para acercarse a Tamara ahora, aunque estén sus amigas, no puedo evitar ver las miradas picaronas que le dirige a Thiago. En cambio, en lugar de alejarse de mí, me abraza protector y mira a la rubia a su lado.
—Buenos días para ti también, Tam. —dice.
Antes de fijarme en ellos, me despido de Luca disculpándome y aunque temo que el comentario de Tamara le haya ahuyentado, me sonríe y dice que nos veremos mañana. Tengo suerte de tener chicos tan educados y amables.
Thiago tira de mí y me quedo frente a Tamara. Aunque intento no temer, su metro setenta y cinco, sus largas piernas y cuerpo estilizado consiguen querer que salga corriendo.
Esta chica es perfecta la mire por donde la mire.
—Hola—saluda, pero solo se dirige a Thiago. Sus amigas a su lado me miran con rencor y asco. Me encojo en mi sitio con ganas de irme—. ¿Nos vemos hoy después del entrenamiento?
—Lo siento—responde Thiago—. Tengo planes.
Tamara borra su sonrisa al darse cuenta de que esos planes soy yo. No sabe que realmente son las clases, así que doy por hecho que está celosa.
—Quiero hablar contigo—se cruza de brazos—. En privado.
—Tengo que irme, Thiago—me alejo un poco de él y gracias a Dios me suelta. Lo miro a los ojos, no quiere que me vaya. Pero, este es el plan, ¿no? —Nos vemos luego.
No me llama ni viene detrás de mí. Lo agradezco, la verdad. Suficiente tengo con los comentarios hirientes de Tamara como para que ahora me eche en cara que soy la protegida de su ex novio. Lo único que quiero es que ellos vuelvan a estar juntos y que no tenga otra razón para odiarme.
A lo lejos veo a Ailén. Me está esperando mientras habla con Noah. Vaya, ¿qué ha pasado entre esos dos?
Cuando llego donde están ellos les saludo sonriente. Los dos se ríen, seguramente por algún comentario de Ailén. La veo nerviosa, pero sabe disimularlo muy bien, porque Noah no parece darse cuenta de la sonrisita tonta y los ojos brillantes de Ailén.
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Hasta que el hilo se rompa (CORRIGIENDO) [#1]
Teen FictionEn el último año de instituto, Jessica desea estar tranquila. Sin embargo, el huracán Thiago decide entrar a su vida de repente y sus planes se ven patas arriba. Thiago estará dispuesto a volver loca a Jessica proponiéndole algo que no podrá rechaza...