Capitulo 7.

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El viaje afortunadamente estaba a punto de culminar, estaba ansioso por volver a casa y ver a Serenity su adorada estrella, no le gustaba dejarla sola pero su estado era delicado y no podía correr riesgos en este momento.

—Se que con él estarán bien. —Dijo él refiriéndose al menor de sus humanos.

—¿Habla del joven Zoisite mi señor Darien? —empero el hombre sentado frente al duque de Bucovina.

El aristócrata asintio en respuesta al cuestionamiento de su siervo. —Mihai tienes tarea cuando lleguemos.

—Si señor ya he buscado información y no veo nada sospechoso, solo la desesperación del vizconde al parecer su única hija es un poco voluntariosa y él quiere evitar habladurías.

—Aún así no está demás investigar un poco, Apafi muestra mucha insistencia en una unión.

El mayordomo asintio al pedido de su señor, en efecto la insistencia del vizconde era sospechosa, en la región habían más jóvenes de familia noble que gustoso aceptarían a su hija. Mihai tenía la sospecha de que la insistencia del vizconde se debiera a qué los Von Muntean estuvieran emparentados con el emperador para él esa teoría era la de mayor peso.

—Esta bien lord Darien al llegar pondré manos a la obra, tengo mi teoría pero hasta no tener los libros contables de Apafi prefiero dar el beneficio de la duda, no fue fácil hacerme de ellos pero conseguí a alguien que tiene acceso al vizconde no deben tardar en llegar de Transilvania.

—Siempre tan diligente Mihai —halagó el duque a su leal mayordomo—, Diamante debe estar al tanto de la misiva que el consejo me hizo llegar necesito que me confirme si Beryl metió las narices en este asunto con el consejo.

—Señor de ser así ¿Usted cree que Diamante le dirá? —empero Mihai escéptico a la petición de Darien.

—Es probable que no diga nada, pero a él también puede afectarle la lengua larga de Beryl. A fin de cuentas también es miembro del clan Luna Azul y las habladurías de Beryl nos afectan a todos en el clan y no solo a mi.

•••

Trataba de evadir los intentos de las estocadas de su hermano, en esgrima nadie superaba a Kunzite, solo Darien le hacía frente al de cabellos blanquecinos el encuentro de hermanos se tornaba en contra del rubio de larga cabellera ondulada.

—¿Te rindes? —preguntaba el albino con burla a su hermano menor—, al menos haz que una gota de sudor salga de mi Zoisite, eres patético. —Dijo Kunzite acorralando a su hermano contra una gran columna.

No tenía a dónde ir, pero rendirse no era si quiera una opción no permitiría que Kunzite siguiera haciéndole su objetivo de burlas.

—Pudrete —espeto golpeando a Kunzite en su estómago haciéndole retroceder, Zoisite se vio liberado de su hermano—, pues yo apenas estoy calentando eres un anciano y tengo consideración contigo. —Dijo con una risa ladina egocéntrica.

—Maldito mocoso, ya veremos si luego de hacerte comer tierra seguirás de hablador. —Masculló Kunzite molesto con la actitud retadora de su hermano.

El encuentro de esgrima era presenciado por jadeite y Nephrite, junto a Lita y Anka cómo espectadores.

—Lita ten lista las compresas Zoisite saldrá herido.

La nombrada miró al par de hermanos combatir, luego posó su esmeralda mirada en Jadeite quien soltó aquel comentario.

—Si lo traje, Kunzite también podría necesitar asistencia Zoisite no está poniéndole las cosas muy fácil a su hermano. —Replicó Lita fulminando a Jadeite con la mirada.

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