—Taiki aquí estás —habló un muchacho de larga cabellera negra atado en una coleta baja—, sabes que no es bueno que estemos solos los chupa sangre son unos traicioneros y si ven a uno de nosotros solos no perderán la oportunidad hermano.
—¿No crees que me estás subestimando un poco? —arguyó el castaño arqueando una ceja cruzándose de brazos su mellizo era un poco engreído algunas veces tomando el papel de alta muy enserio.
—No te subestimo hermano, pero sabes que esos vampiros no pelean limpio, usan sus extrañas habilidades y se valen de eso.
Taiki suspiró sabiendo que su hermano tenía razón en ese punto. Esas criaturas eran de cuidado si te enfrentabas solo a uno de ellos la posibilidad de ganar era reducida.
—No se porque de tantos lugares teníamos que llegar a uno plagado de vampiros —para Taiki y sus hermanos llegar a Rumania no fue opción, fue imposición debían recuperar su territorio el cual fue quitado por los vampiros—, nunca estoy de acuerdo con Yaten pero está vez debo aceptar que su propuesta de tregua sería lo mejor.
—Yo no quiero tener trato alguno con esas sanguijuelas, ya sabes es todo o nada. Hasta no acabar con los malditos de Luz Eterna, vengarnos y acabar con ellos así como esos acabaron con nuestro clan hasta casi reducirnos a nada.
—Yaten es un soñador, tú un ermitaño y que puedo decir del cachorro nuestro Helios al menos me apoya.
—Es lo que me preocupa Seiya que Helios haga alguna estupidez influenciado por ti —reprochaba Taiki negando con un movimiento de cabeza—, ya mejor salgamos de aquí...
—Me temo que no pueden estar aquí señores —caminaba de espacio hacia los dos hombres frente al lago, ese lugar era importante para él y la pestilencia de ese par de lobos en ese sitio no era de su agrado—, les pediré que se marchen.
—¿O si no que? —refutaba Seiya de manera retadora.
—No querrás saberlo. —Fue la respuesta del rubio aún calmado e imperturbable.
—Bueno ya estamos por irnos de todas maneras —dijo Taiki interponiendose entre el vampiro de anenzante atmósfera y su hermano. Taiki levantó las manos en señal de paz moviendolas despacio—. ¿Hay algún problema?
—El problema vendrá si insisten en seguir aquí —la paciencia de Zoisite era escasa y esos dos la estaban agotando muy rápido una fragancia proveniente de las manos del licántropo frente a él llamó su atención despertando así su irá y en su mente una pregunta hacia eco ¿Qué hacía ese sarnoso con el aroma de Ami impregnado en sus manos—, solo retirense ahora. —Volvió Zoisite a repetir la orden ahora dejando a un lado la amabilidad de momentos atrás.
—Me largo —espetó Seiya señalando al rubio—, pero no porque un palido chupa sangre me lo ordene, lo hago porque no soporto la pestilencia a muerte que emanas.
El licano de coleta azabache tomó una forma cuadrúpeda su pelaje era negro como la noche sin luna y sus ojos azules y profundos como una gema de zafiro, el siguiente en tomar su forma de lobo fue el castaño que fué tras el lobo negro.
No entendía porque el aroma de Amelie estaba ahí, era extraño llamarla por otro nombre pero debía adaptarse, lo que no le agradaba ni un poco era el aroma de Ami en las manos de ese lobo.
•••
El recorrido por el bosque de Băneasa fue hermoso el lugar me transportó a muchos lugares que he conocido solamente por medio de la lectura, lo que más me gustó fue el lago si bien quedé fascinada con esa vista también me transmitía un sentimiento de melancolía que no entendía porque me pasaba, ahora que lo recordaba desde que subí al avión mi llegada a Rumania no han dejado de pasarme cosas extrañas pero sin duda alguna la más extraña fue el chico de largo cabello rubio y profundos ojos verdes identifico al de mis sueños.

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Blue Moon
RomanceDescripción. Ella era su promesa, ella era su luna su adorada princesa del lago Băneasa. Amelie era su nombre. Amelie Apafí la hija única del vizconde Michael Apafi. Zoisite Von Muntean un joven de espíritu libre, un bohemio que gozaba de las c...