—Mi ama Beryl ¿Qué hará en el territorio del señor Darien?
—Eso a ti que te importa Zirconia, solo no te metas en mis asuntos y obedece. —Ordenó la pelirroja tomando una pequeña botella de cristal.
—Mi señora esa es...
—¡Calla pueden escucharte! —la anciana de aspecto deteriorado obedeció temerosa la orden.
—Lo siento ama no volverá a...
—Más te vale así sea anciana inútil —reprochó Beryl poniéndose de pie mirando la peculiar botella negra de vidrio en sus manos—, Zirconia nadie puede saber que esto está en mis manos, ahora quiero que hagas algo para mí.
—Lo que sea mi señora Beryl, usted ordene y yo obedezco. —Dijo la anciana bajando la cabeza ante la vampiresa pelirroja.
La filosa dentadura de Beryl se ensanchó en una blanca sonrisa.
—Es fácil mi leal sierva —dijo con voz cantarina—, se que tú y las hermanas Petzite y Kalaberite tienen trato, quiero que me den un poco de su ámbar de ninfa.
Zirconia abrió sus gastados ojos al máximo, la petición de su señora era tabú para muchos. La mujer de pálida piel no podía creer la petición de su señora.
—Señora esas dos mujeres no darán algo así, además usted cree que...
—Zirconia no estoy pidiendo tu opinión, es una orden ese par no puede negarse a mi petición. En primer lugar porque sin mi ellas no se habrian hecho con semejante tesoro —su plan era sencillo, pero si se llevaba a cabo no se podía cometer errores, era eficaz mataría a muchos de un solo tiro, aún así se debía ser cuidadoso—, un poco de la sangre cristalizada de esa humana y mi poderoso veneno someterá a cualquiera.
—Pero hay un precio que pagar mi ama usted lo sabe, su madre lady Metalea sucumbió por ello...
—No nombres a esa mujer —dijo con voz gutural, fulminó a su sierva con la mirada el nombre de su madre estaba prohibido—, no soy tan imbécil como mi madre Zirconia, ella solo veía en la sangre de ninfa una manera de hacerse con más poder del que pudiese controlar. —Dijo Beryl con amargura recordando lo sucedido con su progenitora.
Zirconia bajó la mirada, para su señora este no era un tema del que le gustara hablar. —Estoy segura que las hermanas me darán un poco de ámbar de ninfa.
Beryl posó su atención en Zirconia nuevamente, era lo que ella queria, sabía que esa anciana tenía tratos con esas dos brujas su plan tenía tiempo gestándose.
—Señora ¿Puedo preguntar algo?
—Si dime.
Zirconia suspiró tenía una vaga idea de lo que por la mente de Beryl pasaba, no tenía un buen presentimiento de lo que la pelirroja pensaba hacer, últimamente sus acciones la sorprendían mucho.
—¿Usted fue quien habló con el consejo exponiendo la abstinencia del joven Zoisite?
Beryl solo asintio. —Darien es un obstáculo en mi camino la cual debo quitar, que mejor que manchar su imagen ante los miembros más conservadores del consejo y Zoisite fue esa piedra que yo necesitaba para tirar ante esos ancianos el pedestal donde estos tenían a mi querido primo.
Zirconia sabia que los motivos de su señora eran más profundos, no solo quería quedarse con el puesto del consejo, esto lo hacía por venganza al rechazo de Darien. El amor de Beryl desde que era una joven vampiresa fue Darien, pero para él ella era solo su prima tiempo después se enamoró de Serenity una humana y eso convirtió el amor de Beryl en odio, un odio creciente que la terminó consumiendo.
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Blue Moon
RomanceDescripción. Ella era su promesa, ella era su luna su adorada princesa del lago Băneasa. Amelie era su nombre. Amelie Apafí la hija única del vizconde Michael Apafi. Zoisite Von Muntean un joven de espíritu libre, un bohemio que gozaba de las c...