Saudade (YAOI)

Capítulo 10: Seré obediente.

¿Su amante? ¿Pero si lo entregaba a sus socios como si fuera un trofeo?, y todavía se atrevía a llamarlo así, que tipo tan repugnante.

-Liam se perdió y terminó en estos pasillos, me encontré con él y... -la mano de Zesar impactó contra el delicado rostro del chico.

El sonido indicó que había sido un golpe fuerte. Liam sujetó el cuerpo del peliblanco que de inmediato se tambaleó, y que hubiera caído de no ser por él.

-¿Quién te dió permiso para hablar? -Zesar tenía una expresión seria casi llegando a verse molesto.

El chico en los brazos de Liam seguía con la mirada en el suelo, solo que ahora su cuerpo temblaba y en su mejilla apareció un color rojo intenso que, con su pálida piel, hacía que se notara mucho más.

Liam sintió ganas de matarlo, pensar en todo lo que había tenido que sufrir Shinee cerca de este tipo durante tanto tiempo era suficiente para odiarlo hasta ese punto.

Se dispuso a pelear con Zesar justo en ese momento cuando fue interrumpido por Shinee que se separó de él y se inclinó ante Zesar, en forma de reverencia.

-Lo siento, amo -Liam estaba perplejo, no creía lo que estaba viendo.

-No tengo tiempo para encargarme de tí ahora - lo sujetó del mentón para acercarlo a su rostro y susurrar con una sonrisa retorcida -espérame dónde siempre.

Zesar pasó de largo ignorando a Liam que en algún punto reflexionó sobre contestarle como quisiera, no podía olvidar que le pediría ser su aliado y que la vida de su hermano estaría en sus manos, pelear con él en esta posición de desventaja sería en vano. Tan pronto como el hombre se fue el rubio se acercó a Shinee y lo envolvió en un cálido abrazo mientras acariciaba su cabello.

Shinee comenzó a llorar, no entendía el porqué, estaba acostumbrado a ese tipo de tratos, eso no era nada comparado con todo lo que le había pasado, el jamás lloraba, entonces ¿por qué esta vez era diferente?, ¿por qué tenía que llorar frente a este chico? Se sentía seguro, no quería seguir aparentando que era fuerte y que nada pasaba, al menos no con él.

-Voy a matarlo -susurró Liam y Shinee enterró su rostro en su pecho. -está bien, puedes llorar, todo estará bien.

-Eres un tonto -su rostro seguía contra el cuerpo del rubio pero su llanto se había calmado -¿cómo sabes que todo estará bien?

-Lo estará, porque no vas a estar solo de nuevo -Liam sujetó su rostro con delicadeza y acarició con cuidado su mejilla, que ahora se veía mucho más roja que antes. -¿Te duele?

-Claro que no, no soy tan débil como piensas. -sonrió genuinamente. Liam recordó a su hermano, él le había dicho esas mismas palabras antes de irse de casa.

-Lo sé -sonrió y volvió a abrazar al chico con fuerza.

Tenía que ser más listo, más fuerte, más capaz, tenía que ser todo eso y mucho más si quería sacar a Reky y a Shinee de ese lugar. Aún no sabía bien como hacerlo, pero lo lograría, aunque el precio a pagar fuera su propia vida, acabaría con Zesar.

Shinee lo guío hasta la sala de espera en el segundo piso, seguía siendo extraño la poca seguridad que había en la casa, siempre estaba lleno de guardas que por alguna razón hoy parecían haber desaparecido. Estaba pasando algo raro.

-Espera aquí y no hagas nada tonto, tienes que encontrar a tú hermano y sacarlo de aquí, piensa en eso.

-Te sacaré también, ¿lo olvidaste?

-No, no lo olvidé, solo que si no espero nada de tí no me decepcionarás. Es un mecanismo de defensa en caso de que te arrepientas y me olvides. -dijo el peliblanco sonando despreocupado.