Blue (GrimmIchi)

Castillos de arena

///Grimmjow///

Dicen que no todo en la vida puede ser miel sobre hojuelas y honestamente, a todas esas personas sólo les puedo decir que se jodan. Qué los malos momentos te hacen crecer y el carajo, pues sí, seguro, pero ¿Quién querría pasarla mal cuando puedes ser feliz? Sé que es una visión algo infantil de la vida, pero prefiero mirar siempre el lado amable y bueno de todo a condenarme a la miseria de sobre pensar todo lo malo.

Por ello, en estos días durante mis visitas a Ukitake que ha estado triste por lo de su padre, me he tomado como tarea personal y de orgullo el lograr que vuelva a sonreír. Así que apenas cruzo las puertas de cristal del hospital y lo veo sentado con el tonto de Kyoraku no dudo en ir tras ellos.

Primero tacleo a mi viejo apartándolo del camino y luego sujeto a Ukitake para darle un abrazo a lo 'Kurosaki' o sea mortífero. Lo estrecho entre mis brazos, lo levanto y lo giro torpemente hasta que lo escucho reír y con ello me doy por bien servido, así que lo bajo y le revuelvo el cabello, porque aunque es un vejestorio como mi padre, siempre tendrá ese corazón de niñato de cinco años.

—Grimmjow, gracias por venir otra vez. —me besa la mejilla y aunque usualmente ya habría atacado a morir, se lo permito por la ocasión.

—Vine a ver si Yamamoto ya está listo para unas carreras en kayak, ¿Le preguntas tú o yo?

—¡Blue! No le haga caso, señor Ukitake. —me reprende Ichigo por mi falta de tacto, dándome su famosísimo codazo de la muerte que seguro me sumió tres costillas, aunque Ukitake más que enojarse, ríe alegre y acariciándome el cabello.

—Ya está mejor, pero aún no creo que puedan tener una competencia en kayak.

—Tch, seguro tiene miedo de que le gane. —digo viéndolo sonreír y volver a besarme la otra mejilla, frunzo el ceño porque ya está abusando de que soy buena persona, pero al escuchar a mi viejo reír y darme una palmada sé que todo está bien.

—Mírate, creí que no tenías corazón, monstruito. —me dice el muy payaso.

—No quiero oír eso viniendo de ti, viejo peludo, contigo más que irme en kayak me quiero ocultar, ya pareces el yeti con esa barba. —claramente soy ahorcado por Ichigo y no puedo evitar reír entre gruñidos.

—Blue, deja en paz a papá, ha estado aquí con el señor Ukitake todos estos días. Aunque, ¿Seguro que no se quieren ir a casa un rato para ducharse y descansar? Grimmjow y yo podríamos hacer guardia.

—Joder sí, Yamamoto, Ichigo y yo podríamos jugar al monopolio o algo así, aunque si Kurosaki se enoja al perder den por hecho que al viejo le dará otro ataque y a mi también. Cuando se enoja es cosa seria, la otra noche casi hace que me trague los dados, las propiedades y hasta los billetes, ¿No es así, perdedor? —jodo a Ichigo que me gruñe y casi me golpea de no ser porque mi viejo y Ukitake se ríen.

—No se preocupen, ya fuimos ayer a descansar un rato, además, ya es su último día aquí. Así que mejor váyanse, tus hermanas están de visita, ¿Qué no? —le pregunta Ukitake a Ichigo que asiente.

—Sí, me encantaría que ambos las conocieran, tú también papá. —mi viejo abraza a Ichigo y le besa la frente.

—Nada me haría más feliz, cariño. Mañana después de asegurarme que Yamaji y Jushiro lleguen bien a casa, iré a darme una vuelta con ustedes, ¿Sí?

—Por supuesto, por favor, cualquier cosa llámenos, además tengo entendido que el tío Kaien y Urahara también han estado viniendo, a través de ellos también pueden contactarnos, ¿Sí? —Ukitake asiente y vuelve a abrazar a Ichigo, lo cual aprovecho para apartar un poco a mi viejo que también está modo cariñitos y me estrecha con fuerza.