///Ichigo///
Quisiera decir que dormí mal y me la pasé dándole vueltas a todo por el resto de la noche, pero la verdad, dormí como un bebé en la cama de Grimmjow. Amanecí enredado entre las sábanas, todo babeado y despeinado y aunque me costó saber dónde me encontraba, al cepillarme los dientes frente al espejo sé que hacia años que no dormía así de bien.
No he salido de la habitación, pero para ser las diez de la mañana según el reloj, Grimmjow ya debió haberse despertado. La cosa es que no escucho nada de ruido abajo ni afuera más allá del oleaje a lo lejos y el cantar de los pájaros. Quizás ya se fue a trabajar o lo que sea que haga de su vida.
No es que esperara que viniera a despedirse de mí en la mañana con un beso en la frente, pero quizás sí lo esperaba porque no lo sé, quiero pensar que su lengua dentro de mi boca ayer en la noche significó algo, aunque probablemente estaba jodiendo conmigo con eso de que quiere que lo conquiste.
Y ya que soy tonto decido ignorar esa idea y en su lugar me coloco una camisa muy cool de Def Leppard, que me amarro el frente para hacerla ombliguera y me pongo unos shorts más unas sandalias. Bajo a la sala y como lo esperaba no está, por ello estoy por asaltar la cocina, cuando escucho un auto llegar.
—¡Kurosaki, trae tu gordo trasero aquí! —grita y ruedo los ojos porque nadie más que él se atrevería a decirme semejante barbaridad. Salgo viéndolo bajarse de un bonito Jeep Safari blanco, de esos que no tienen puertas, techo, ni ventanas. El tipo viene en traje de baño, empapado y claramente encantador porque de nuevo me deja ver ese cuerpo brutalmente esculpido de dios griego que tiene.
—Mira lo que te traje. —de la cajuela toma una hielera y se acerca casi provocándome un infarto al sacar de ella una enorme langosta azul. Me la arroja y al ser estúpido la recibo, sólo para gritar al sentir cómo se mueve haciéndolo reír por mi reacción.
—El pequeño cretino aún tiene energía huh. —esto definitivamente ya lo viví, claro...que es hijo del loco del pescado. —Tranquilo, le até las tenazas, aunque dio pelea cuando la saqué de las trampas. —me muestra un cortesito en su brazo.
—¿Atrapaste una langosta?
—Atrapé tres y también unos pescados. —agita su pequeña hielera.
—¿Para mí?
—Sí, bueno, para ambos, para desayunar. Las cocinaré a la parilla y con una salsa de mantequilla quedarán perfectas. El pescado podemos freírlo para la cena.
—¿Vamos a desayunar langosta? —Grimmjow levanta una ceja extrañado. —¿Sabes cuánto cuesta una de estas en la ciudad? Mínimo unos cien dólares el kilo. —la hago bailar de las tenazas para enfatizar mi punto.
—Pft, pues siempre suelo atrapar las mías. A unos kilómetros de aquí hay una playa desolada y de aguas frías, ahí nadas unos treinta metros mar adentro y hay grandes arrecifes con variedad de ellas, pero ahora menos plática y más fuego.
—¿La cocinaremos? Pero tú me la regalaste, nadie jamás me había regalado una langosta, ¡Y menos una azul! —digo y él sonríe.
—Sí que lo haremos, ahora deja de abrazarla, no es una mascota, es comida. —la abrazo con más fuerza y esta vez sí que se ríe. —Joder, si tanto te gustan luego te atrapo otra, pero mientras tanto esa la comeremos. —me lleva hasta la terraza trasera, dónde en cuestión de minutos enciende el carbón de la parrilla.
—Joder, casi le pones nombre, dame eso. —me toma por sorpresa al besarme, por lo que la suelto y él sonríe victorioso yéndose a la cocina mientras yo voy en modo robot a sentarme a la mesa de jardín bajo una bonita sombrilla. Fuegos artificiales explotan en mi cabeza porque sólo percibo el cosquilleo que dejó en mis labios hasta que regresa con mi langosta y el resto bien cortadas.
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Blue (GrimmIchi)
Hayran KurguIchigo emprende un viaje para descubrir los secretos de su familia y en el camino termina encontrando el amor en el paradisiaco Blue Bay, donde junto a Grimmjow vivirá las aventuras más grandes y apasionadas. Pareja principal: GrimmIchi. Parejas sec...