Blue (GrimmIchi)

Te amo siempre

///Ukitake///

El mundo es un lugar extraño, a veces parece no comprenderte y te rechaza, entonces bien podrías dejarte caer y no levantarte más, pero si tienes aunque sea un atisbo de valor para enfrentarlo, todo aquello que siempre deseaste deja de permanecer en tu mente y se vuelve una realidad que trabajas cada día con cariño y esfuerzo.

Por años viví esperando que algo mejorara, que ese amor que creí tan imposible se realizará y así pasó. Lamentablemente, no era nuestro momento de estar juntos y tuve que esperar de nuevo, pero esta vez decidí que si tenía la oportunidad de volver a experimentar algo tan maravilloso cómo lo era amar y sentirme amado, no habría nada en este mundo que pudiera detenerme de conservarlo.

Será que me tomó mucho tiempo darme cuenta de mi propio valor y con ello ahora sé bien lo que merezco. Ser feliz con el hombre que amo, con la familia que siempre soñé y en el lugar que más me gusta en este basto y hermoso mundo. Así que como el sentimental que soy, no puedo evitar derramar un par de lagrimas mientras abrazo al amor de mi vida, recargando mi cabeza en su hombro y sintiendo sus tenues caricias en mi espalda al movernos tenuemente con la música.

—¿Muy emocionado, cariño? —me pregunta Shunsui y asiento sorbiéndome la nariz. —Yo tampoco puedo creerlo, sabes, es el mejor sueño hecho realidad. —me besa la mejilla y yo levanto mi rostro para encararlo, abrazándome a su cuello para no dejar de bailar.

—Realmente estamos casados, Shunsui. —afirmo y por un momento sus ojos también se cristalizan mientras asiente y me limpia las mejillas con sus dedos.

—Lo estamos, te diría que hasta que la muerte nos separe, Jushiro querido, pero para mi va más allá de eso. —vuelvo a abrazarlo con fuerza, mirando en las cercanías cómo más de una persona nos observa sonriente, porque como lo acabo de decir, ¡Por fin me casé! Y la dicha que siento no puede ser expresada con simples palabras porque hoy desde que amaneció hasta ahora que ha iniciado el ocaso, todo ha sido perfecto.

Shunsui y yo nos casamos en la capilla del centro de Blue Bay y luego tal y como lo planeamos nuestra fiesta se lleva acabo en nuestra gran casa. La que era de los padres de Shunsui y dónde él, Nel y yo hemos estado viviendo desde que regresamos de nuestro largo viaje.

Así que montones de mesas a lo largo de la playa yacen llenas con toda nuestra familia y amigos, las palmeritas están rodeadas con lucecitas y la música resuena rítmica mientras él y yo bailamos en la pista de baile que instalaron para nosotros. Y me encanta, porque el grupo musical toca tan bien y no puedo evitar reír cuando Shunsui me da otra vuelta.

Inclusive encuentro miradas con mi padre que está charlando con el señor Okikiba y otras personas, que apenas me ven me saludan sonrientes. Tal y cómo si fuera un niño dando vueltas en el carrusel, los saludo antes de recibir otra vuelta que me hace reír y de pura suerte no caer con mis torpes pies.

—¿Ya te dije lo hermoso que te ves hoy, Jushiro? Siempre luces bello, pero hoy...oh cariño, Grimmjow y Nel deben prepararse, porque pronto tendrán un hermanito en camino. —suelto una carcajada, porque Kyoraku siempre será Kyoraku. Así que lo beso y lo abrazo, pero pronto encuentro miradas con mi segunda persona favorita en todo el mundo después de Shunsui.

Está junto a la barra, bebiéndose una copa de champaña, misma que levanta para brindar por mí cuando nuestras miradas coinciden. Nos sonreímos muy contentos el uno al otro y no puedo evitar mandarle un beso y saludarlo efusivo, tanto que Shunsui voltea a ver de quién se trata.

—Lo amo demasiado. —afirmo y Shunsui sonríe.

—Y él a ti, pero no por eso dejaré de burlarme de él, cariño. —claramente le doy un golpecito en el pecho. —Oh vamos, el monstruito siempre me dice que soy un viejo ridículo y payaso, pero apenas nos vio llorar en el altar y terminó igual.