Blue (GrimmIchi)

Cielo, mar y tierra

///Ichigo///

A veces he pensado que si pudiera ser un héroe y tener un superpoder sería el de ser lo suficientemente fuerte para proteger a todos los que amo y que forman parte de mí. Sé que sería algo pretencioso el querer ayudar a todos, pero supongo que está en mi naturaleza querer cuidar de los indefensos o con el corazón vulnerable. Quiero pensar que es una cualidad que tomé de mamá y la misma que veo reflejada de alguna manera en Blue, ya que después de todo, nos crió la misma mujer.

Con ello juntos hemos movido un poco el mar y la tierra para hacer que nuestra familia esté feliz, desde mis hermanas que están de visita y las cuales espero estén pasando los mejores días de su vida hasta el señor Kyoraku que si bien está un poco desanimado, juntos hemos intentado aligerar la pesadez de su corazón.

Así que desde antier hemos hecho que pase tiempo con nosotros y mis hermanitas, que claramente siendo adorables le han sacado más de una sonrisa y carcajada. Karin quiso aprender sobre botes y mi suegro tan lindo le ayudó a tallar uno con un trozo de madera mientras que Yuzu me ayudó a prepararle un enorme pastel que se comió con mucho gusto.

Además, Blue ha estado bastante tiempo con él, apoyándolo y charlando quizás para que su papá pueda aliviar esas penas del pasado. Entonces el viernes llegó y organicé una cena en la que invité a toda mi familia. Vinieron, la pasamos genial y todos nos fuimos a la cama con una sonrisa en el rostro a pesar de que aún no tengo señales de vida de mi padre.

No estoy precisamente preocupado, ya que el señor Kyoraku me dijo que lo vio y también Ishida me comentó que su padre ha estado en contacto con él ya que son conocidos del pasado. Aún así lo extraño, pero si él no quiere verme no puedo obligarlo porque si algo aprendí de mamá es a no desistir en mis decisiones y yo ya elegí a Grimmjow y a nuestra familia aquí en Blue Bay.

Sin embargo, supongo que no todo puede ser bueno, no cuando hoy me he despertado antes de lo normal y sin Blue a mi lado. Anoche me comentó que iría temprano a hacer unas cosas, así que salió mientras yo aún dormía. Pero lo peor es que no me siento muy bien del estómago y ahora al terminar de lavarme los dientes no puedo evitar pensar en lo silenciosa que está la casa.

Recién darán las ocho y las niñas no suelen despertar hasta casi las diez, por lo que llama mi atención que las escaleras crujen anunciando que alguien está bajando. Cierro las llaves del agua, me seco el rostro y después de ponerme una camisa y sandalias decido bajar. En el piso de abajo me intriga ver la puerta abierta, por lo que salgo al jardín y me sorprendo al ver que se trata de mi suegro con una maleta en la mano.

—¿Papá? —lo llamo y él voltea para sonreírme débilmente.

—Tengo que irme, cariño.

—¿A dónde? Creí que no trabajarías lo que resta de la semana. —inquiero acercándome lentamente y viendo cómo frunce los labios.

—No voy al trabajo, hijo, yo...me voy lejos de aquí, lejos de todo, lejos de...la isla. —me angustia en grande por lo que tomo su mano, pero al ver su expresión algo me dice que ya tomó la decisión de marcharse y no entra a discusión.

—Sé que no compartimos sangre, pero de verdad te amo como a un padre, tal y cómo...cómo el padre que siempre soñé tener. —confieso con lágrimas en los ojos. —Te amo no sólo por lo bueno que eres conmigo, si no también por el gran hombre que eres y sé que Grimmjow también, eres todo para él. Ambos te queremos y aunque quizás no somos el señor Ukitake, con nosotros no tienes que tener miedo. —digo acariciando sus dedos y puedo verlo sonreír con gratitud.

—Lo sé, mi vida, sé que me aman y yo a ustedes, no hay nada que no haría por verlos felices, pero en este momento a quien no amo ni un poco es a mí mismo. —sus ojos se llenan de lágrimas. —En este momento me aterra el hombre en el que me he convertido porque me miro en el espejo y no veo más a un tipo fuerte, sino a un niño acorralado por el peso de sus decisiones y ese...¡Ese no soy yo! —niega montones de veces.