Azkaban

Año Nuevo, Vida Vieja

-¡Feliz Año Nuevo!- Gritaron todos a la vez.

Reg se tiró encima de Harry y los dos se fueron para atrás encima del sofá, y este se fue para atrás chocando contra el suelo- Qué buen inicio de año, gracias Reg...- Dijo con sarcasmo.

-De nada hombre, ¿para que están los hermanos si no es para esto?- Le respondió su hijo.

Par de adolescentes idiotas.

Tras una pequeña celebración delante de la chimenea, se fueron a la cama. Se duchó como cada noche, y cuando salió en albornoz, los doseles estaban echados y la chimenea encendida. Cogió el pijama y se aventuró a la cama para encontrarse una escena arrebatadora.

La cama tenía encima, en el centro, a su futura esposa con un camisón de raso del color de sus ojos, de tirantes y muy corto. Ella balanceaba una botella de Jack Daniel's entre sus manos- ¿Convertimos la celebración de Año Nuevo en una fiesta para mayores de diecisiete, señor Snape?- Dijo con un tono absolutamente sensual.

Nunca había tenido algo tan bonito, tan cerca, en toda su vida.

Que una mujer como Sirius buscase seducirlo era chocante y a la vez, refrescante.

Ella dejó la botella encima del colchón y gateó hasta él y tiró de su brazo para llevarle a la cama- ¿Severus? ¿Te ha comido la lengua el hipogrifo?

-Estás... Joder...

Ella se rió muy coqueta y caminó para atrás con las rodillas, tirando más fuerte de él haciéndole subir a la cama- Ven, mi amor. Ven conmigo... Ven que te mime un rato, ¿si?

Le hizo apoyarse en el cabecero y ella se aupó encima de él. Obviamente, desde el primer yoctosegundo que la vio, estaba jodidamente excitado. Ella levantó la varita para insonorizar la zona de la cama para voces y golpes, además de dar calor a todo el interior de los doseles.

Ella asaltó su boca con hambre y él respondió en seguida. La recorrió con sus manos. Merlín, era puro pecado hecho mujer.

-Te deseo...- Mordió su cuello, despacio, notando su piel ponerse de gallina- Te deseo, Sirius...

Ella le dio un pequeño empujón- Te dije que te iba a mimar...- Ella le acarició el mentón- Has estado haciendo todo lo de la casa, mi vida...- Ella desanudó su bata y paseó sus manos por su torso- Las comidas, la limpieza, la colada, los deberes de los niños...

-Tienes mucho trabajo, nena. Y yo me aburro un montón- Ambos se rieron.

-Una cosa no quita la otra- Ella cogió la botella de alcohol y la abrió con los labios- Así que ahora, Sirius va a cuidarte...

Compartieron el alcohol de boca a boca. La mujer le quitó del todo el albornoz y asaltó su piel con suaves mordiscos- Te amo... Te deseo...- La empujó con la cadera.

-Sev...- Mordió más fuerte y eso la hizo gritar- ¡Sev!- Le encantaba hacerla gritar.

Le dio la vuelta y enseguida la tuvo debajo de él- Si quieres mimarme, déjame que te folle jodidamente fuerte...

Se besaron con fuerza. La mujer debajo de él gemía alto y le apretaba contra ella. Se deseaban. A pesar de todo, físico o mental, se deseaban.

Pronto la penetró con fuerza, a cuatro, con ella gritando debajo de él. Adoraba tenerla así, toda suya, toda derretida y deseosa de él. Era tan gratificante.

La cogió del pelo sabiendo que eso le encantaba. No se equivocó cuando le escuchó gritar con mucha más fuerza- ¡Joder, joder, joder! ¡Sí, Sev, oh, cariño! ¡Oh, sí! ¡Sí, joder!

Encantador.

-Maldita sea... Eres perfecta...- Palmeó ese bonito culo que veía vibrar con sus embestidas- Jodidamente perfecta y malditamente mía...