Secretos de Sangre | YiZhan [Mpreg]

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Wang Junkai se deja caer sobre el sofá y deja escapar un suspiro enorme. Había sido un viaje lleno de emociones y pensamientos que necesita contarle a alguien. Ese alguien es Darren.

—¿Qué opinas de Xiao Zhan? —pregunta Junkai. El nombre completo de su padre biológico de repente le resulta extraño.

—Es un idiota —responde Darren sin titubear. Se lleva las manos detrás de la nuca y mira el techo, como reflexionando —de verdad no lo soporto. ¿Cómo puede ser alguien, así de exitoso, tan... tan... cabrón?

—Tampoco esperaba que me abrazara enseguida.

—No... pero pudo mostrar un poco de afecto. ¡Eres su hijo!

—Sí, y un desconocido que aparece de la nada. 

—No lo justifiques.

—No lo hago. 

Los dos se quedan callados durante unos minutos, mientras terminan de procesar lo que ha pasado en las últimas cuarenta y ocho horas. 

Los señores Wang no están en casa, le informaron a Junkai que estaban en el despacho de abogados tratando el tema de la demanda contra el hospital y que llegarían más tarde.

Con lo poco que pudo decirles en la llamada, les informó que había encontrado a Xiao Zhan y que más tarde se reuniría con él para ir al laboratorio. Acordó encontrarase con sus padres ahí para que estuvieran todos presentes.

—¿Crees que realmente él no pueda ser tu donador? —le pregunta nuevamente Darren a su primo, quien se encuentra mirando en su teléfono el instagram de Xiao Zhan.

—No lo sé. Pero si no lo es... quizá tendré que pedirle una disculpa.

En su perfil, sólo hay fotografías de objetos random y del bonsái con la ubicación de todos los sitios que visitó. Hay muy pocas de él y las que hay son en blanco y negro, algo difusas. 

—O podrías preguntarle por tu otro padre —sugiere esta vez Darren —digo, no creo que hayas sido producto del Espiritú Santo, ¿o sí? —Darren se pone de pie y coge su maleta —iré a ducharme y terminar unos pendientes de la universidad. Kai, ¿realmente no quieres que te acompañe al laboratorio?

Wang Junkai niega con la cabeza y luego le agradece a Darren el apoyo. Él ya había hecho suficiente faltando a clases para acompañarlo a Ámsterdam como para quitarle una tarde de descanso más.

Al quedarse solo, vuelve a pensar en Xiao Zhan, en su corazón destrozado que no ha podido sanar a lo largo de los años. Tenía razón, no es lo mismo enterarte que tus padres no son tus verdaderos progenitores porque siempre has estado con ellos, has sentido el cariño de alguien, su compañía. En cambio, enterarte que tu hijo, al que le has llorado por años, está vivo y le pertenece a otra familia, es una putada.

Xiao Zhan es tal cual en sus fotografías de autoretrato; frío, seco y difícil de mostrarse.

Empieza a sentir más curiosidad por conocerlo.