CAP 17 - Preparativos

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Me levanté de la cama, sentándome.

Sentía la cara hinchada, y me dolía un poco la cabeza.

Me hice el cabello hacia atrás, estaba despeinado, así que el cabello me molestaba sobre los ojos.

Solté un bostezo, hoy estaba cansado.

Pero hoy más que cualquier día, tenía que trabajar.

Me levanté y miré el parque por la ventana.

El clima de hoy estaba algo cálido pero también nublado, la humedad se sentía en el aire.

Solté un suspiro de cansancio, hoy sería un día largo.

(...)

El sonido de los platos y vasijas chocando llenaban la cocina de un ambiente callado pero lleno de confianza.

El vapor salía de algunas ollas mientras mi mamá y mi hermano se movían de un lado para otro.

Yo me limitaba a observarlos, con unos guantes puestos en mis manos y un mandil, estaba esperando órdenes o algo.

Sinceramente me sentía inútil.

Ligeramente... sólo ligeramente.

Se escuchó la puerta principal, abriéndose y todos volteamos para ver que mi padre había llegado.

Después de quitarse los zapatos se dirigió a nosotros con una sonrisa, con su maletín de trabajo en su mano.

–Bienvenido- Pronuncié mientras hacía una reverencia.

Se acercó a mí –Me dijo tu mamá que ayudarías en los preparativos- Susurró entre nosotros.

Tragué saliva, nervioso.

Me sonrió y me dio unas palmaditas en la espalda, vi cómo se fue a la cocina y tomó un mandil que estaba sobre una silla.

Mi hermano caminó hacia mí y tomó unos guantes –Bien, bienvenido a Master Chef- Se puso las manos en sus caderas.

Reí levemente por su broma –Sé que nunca has hecho esto antes- Me miró, inspirando confianza.

Por unos momentos se quedó mirando a un punto fijo, como pensando.

Mientras lo miraba, él acercaba algunas cosas a la isla de la cocina, agradecía que me hiciera sentir en confianza...

En realidad, lo único que había intentado hacer era postres con mamá, pero nunca salieron tan bien.

Solté un suspiro y me acerqué a mi hermano.

–Ahora haremos el kimchi- Susurró poniendo sus manos en mis hombros –En realidad, es más fácil de lo que crees.

Caminó lejos de mí y vi cómo tocaba el hombro de mamá y le decía algo, ella le entregó un bowl con un líquido rojo, algo espeso.

Él lo dejó a un lado –Vamos a hacer kimchi de Gyeonggi-do - Dijo mientras hacía espacio en la mesa de la isla.

– ¿Kimchi de repollo? - Pregunté mientras jugaba con mis manos nerviosamente.

Mi hermano asintió, mientras sacaba unas cajitas blancas de plástico.

–Ok, debes saber que los repollos deben estar salados durante un día... Nosotros los dejamos ayer- Solo podía ver a mi hermano sacar varias cosas, unos cuchillos, algunos ingredientes y un rallador.

– ¿Puedes cortar esto por mí? - Puso un ramo de perejil enfrente mío –Deben ser de 3 centímetros de largo.

– ¡No olvides quitarle las hojas antes! Si no sabrá amargo- Escuché un grito de parte de mamá, ella ahora estaba en la puerta de la cocina pero aun así estaba pendiente de nuestros deberes.

S E R E N D I P I T Y  ;  J KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora