Marcos no sabía cómo reaccionar ante tal declaración, se quedo totalmente quieto con la boca abierta y la cara roja como un tomate.
Se puso colorado por lo que la pelirroja le dijo, nunca antes se le habían declarado tan directamente.
Traga saliva y ve los iris celestes de la chica, tiene un brillo en ellos esperando su respuesta. Se le nota nerviosa e inquieta, necesita saber ya que piensa él, la ansiedad la va a matar
¿Será que no le gusto? Al llegarle ese pensamiento traga saliva bajando la mirada.
-No sé que decir-admite el morocho.
Ella asiente soltando un suspiro.
-Esta bien, no te preocupe'-se forza a dar una sonrisa.
El chico se da cuenta y la mira serio pero con preocupación, no quiere lastimarla, odia lastimar a las personas.
-No se muy bien si me gusta' o no, sólo se que me siento bien con vo'. Me gusta pasar tiempo con uste' prima, me hace pasarla bien aunque no lo esté del todo bien, me gustan tus ojos, me encantan. Pero también me gusta mucho tu personalidad, sos tímida y reservada pero si es necesario enfrentas al que se te venga. Me hace' acordar a mí-sonríe de forma ligera contagiando a Alejandra.
La chica se muerde el labio escuchandolo atenta, le encanta cada una de sus palabras, aunque lo primero no tanto.
"No se muy bien si me gusta' o no" Esa oración la hirió un poquitín, pero lo ignora.
Nuevamente suena la voz de GH, esta vez llamándola a ella. Se levanta con una sonrisa pequeña.
-A mi me gustas mucho, Marcos, me gustaría intentarlo con vo', pero eso ya e' decisión tuya-musita con tranquilidad. Le deja un pico en los labios y se despide de el con un guiño.
Camina al confesionario y al estar al lado de la puerta manda un único saludo.
-Saludos a vos pa' te extraño mucho, más te vale estar cuidando a Zimba-apunta con un dedo a la cámara.
Se ríe de ella misma y entra al confesionario. Se sienta en el sillón y sonríe inquieta a la cámara.
-Buenas noches, Alejandra.
-Hola Gran, ¿todo bien?-pregunta ella.
-Sisi, como hiciste la espontánea nos quedaremos acá hasta que sea el tiempo suficiente así no creamos sospechas-cuenta la voz grave de Gran Hermano.
-Dale.-asiente columpiando sus piernas en el sillón.
Alejandra era un poco enana, pero no tanto como Agustín. De hecho le pasaba en altura. Siempre fue algo enana, de hecho su papá siempre se lo sacaba en cara.
La chica empieza a pensar en Marcos. En que le puede decir él, si se va a animar a estar en algo con ella o no, si la va a rechazar o aceptar. Se muerde el dedo pulgar vagando por sus pensamientos.
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Jugadora- Marcos Ginocchio
FanfictionAlejandra entra a la casa a jugar y pasarla bien, aunque un Salteño aparece y la distrae por completo. -Dame un abrazo-le pide en un susurro. Él sin pensarlo se lo da dejándole un beso en la frente. -Acá estoy para vo', no te preocupes-habla Marcos...